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26 de noviembre de 2013

Joey (1985)

El director alemán Roland Emmerich se ha hecho de una reputación como director de blockbusters Hollywoodenses tras filmes como "Independence Day" y "The Day After Tomorrow", filmes de ciencia ficción de gran presupuesto donde muestra su gusto por los efectos visuales, estilo que le ha ganado su buena cantidad de detractores. Aunque ciertamente Emmerich no es un cineasta que se pueda llamar original o trascendente artística hablando, curiosamente sus películas sí demuestran un estilo muy particular, estilo que se ha desarrollado desde sus primeros filmes y que debe mucho a los dos maestros de cine fantástico que se vuelven como "guías espirituales" en el cine de Emmerich: George Lucas y Steven Spielberg. La influencia del primero es más que clara en el debut de Emmerich, la aventura de ciencia ficción "Das Arche Noah Prinzip"; mientras que es en el segundo filme de Emmerich donde su devoción a Spielberg se hace más que evidente, pues es una cinta donde incluye tópicos fundamentales de la obra del norteamericano como la infancia, la fantasía y la relación entre padres e hijos. Su título, "Joey".

Conocida en español como "El Secreto de Joey" (y en Estados Unidos como "Making Contact", en una versión 20 minutos editados), "Joey" es la historia del personaje del título, un niño de 9 años llamado Joey (Joshua Morrell), quien tras la trágica muerte de su padre, comiera a experimentar extraños poderes psíquicos. Estos poderes le permiten mover objetos inanimados y encender fuego a voluntad. Joey incluso aparentemente logra hacer contacto con su padre fallecido. Naturalmente, la cordura de Joey es cuestionada por sus semejantes, pero el chico no da importancia a los rumores. Sin embargo, no todo es felicidad para Joey, pues sus recientemente adquiridos poderes accidentalmente despiertan a una fuerza sobrenatural que había permanecido escondida dentro de un viejo muñeco de ventrílocuo que Joey encuentra en una casa abandonada. Fletcher (Jack Angel), el muñeco poseído, asegura ser el fantasma del ventrílocuo, y demuestra tener poderes muy similares a los de Joey. Fletcher pondrá en peligro las vidas de los amigos de Joey pues el diabólico muñeco tiene sus propios planes para los poderes del niño.

Escrita por el mismo Emmerich y los guionistas Hans J. Haller y Thomas Lechner, "Joey" tiene muchos de los elementos clásicos de filmes de horror sobrenatural del tipo de "Poltergeist" (una producción de Spielberg estrenada tres años antes que "Joey"), pero realizados con el enfoque primordial de una cinta de fantasía familiar al más puro estilo de "E.T.", del mismo Spielberg. Aunque francamente esto pudiera hacer sonar a "Joey" como una colección de referencias, la premisa tiene su grado de originalidad y de hecho esto resulta en escenas bastante interesantes. Tristemente, la trama pronto toma un rumbo excesivamente convencional y se apoya demasiado en clichés del género para funcionar. Sin embargo, lo interesante es que la historia se enfoca totalmente en el punto de vista de Joey, haciéndola más una sombría historia de aventuras que una cinta de horror tradicional, pues la trama se enfoca en la lucha entre Joey y la fuerza que ha tomado posesión del muñeco Fletcher. Esto no quiere decir que no haya momentos de terror, pero el énfasis de "Joey" es en la fantasía.

Aunque realizada con relativamente poco presupuesto, el director Roland Emmerich hace una cinta bastante atractiva visualmente, ya mostrando su gusto por emplear grandes efectos especiales. Es bastante interesante lo que logra Emmerich con recursos tan mínimos, y se podría asegurar que ya desde este punto tan temprano en su carrera, el director tenía una clara idea del tipo de cine que deseaba realizar en el futuro (guiños visuales a las obras de Spielberg y Lucas abundan en toda la película). El fotógrafo Egon Werdin logra dar al filme una buena atmósfera, particularmente cuando la trama se mueve dentro del territorio del género de horror y se acerca al tono de la ya mencionada "Poltergeist" (una similitud nada accidental, dado que la cinta es básicamente un tributo a Spielberg). Desafortunadamente, "Joey" no sólo muestra las virtudes que llevarían a Emmerich a Hollywood, también muestra los problemas que su cine suele enfrentar: mientras que las escenas de efectos especiales son impecables, las escenas sin ellos muestran sus carencias como realizador.

Esto resulta en que las actuaciones en "Joey" sean bastante mediocres, y este es tal vez el punto más flojo de la película. La poca experiencia del elenco, especialmente en el caso de los niños, se vuelve cada vez más evidente a medida que el filme avanza, y nada ayuda que el director tampoco contaba con gran experiencia en ese momento (cabe destacar que, de cualquier forma, la dirección de actores nunca ha sido el fuerte de Emmerich). No es sorpresa que la única actriz con experiencia real, Eva Kryll, quien interpreta el papel de la madre de Joey, sea quien realice el mejor papel en la película. Desafortunadamente, su personaje no tiene tanto peso en la trama y esto no le permite gran oportunidad de mostrar su talento. Joshua Morrell, quien tiene el papel principal, hace un gran esfuerzo y luce cómodo frente a la cámara, aunque su actuación es bastante plana. Es en el resto del elenco donde los problemas se vuelven más evidentes, pues muchos de los actores de reparto, dada su inexperiencia, lucen poco naturales, como si estuvieran leyendo sus líneas.

Un elenco poco experimentado aunado a un joven director poco experimentado es en muchas ocasiones, una combinación peligrosa y en el caso de "Joey", se vuelve un problema. Las actuaciones son bastante pobres y con la poco inspirada dirección de Emmerich (quien parece perdido sin los efectos especiales) resulta en una narrativa un tanto simple. De hecho, la película se vuelve un tanto lenta y aburrida en las escenas más íntimas o dramáticas, pues Emmerich no les logra dar la emoción necesaria, y por ende no hay un buen balance entre las escenas netamente de acción y aquellas basadas en diálogos y personajes. El guión también tiene sus problemas, pues hay momentos en los que aparecen hoyos en la trama y pareciera que los guionistas no lograron darle cohesión a la gran cantidad de ideas que deseaban meter a la trama (pues hay elementos que aparecen y luego simplemente se abandonan). A pesar de los defectos,el director Roland Emmerich logra obtener algunos momentos entretenidos de esta problemática mezcla de ingredientes que hacen de "Joey" un filme atípico dentro de su tipo.

Lo que parece claro es que en "Joey", Emmerich no parecía tener bien definido si la cinta debía ser una fantasía para niños o una película de horror, pues la película tiene momentos que apuntan a ambos lados. En general, "Joey" es una película interesante más como curiosidad que por la calidad de su manufactura, ya que muestra el talento emergente de un cineasta con gran dominio de los efectos especiales, y con una clara idea de hacia que público deseaba llegar. Es más que obvio que ya desde "Joey" Emmerich tenía los ojos puestos en realizar blockbusters de verano. Sin más pretensión que ser una película familiar entretenida, "Joey" logra su cometido a pesar de los problemas, a la vez que se vuelve una suerte de tributo al cine de George Lucas y Steven Spielberg.

6/10
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