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23 de marzo de 2012

Good Bye, Lenin! (2003)

De 1949 a 1990, Alemania estuvo dividida en dos diferentes estados, la República Federal Alemana (RFA), y la República Democrática Alemana (RDA). Eso fue resultado de las divisiones entre los poderes aliados (El Reino Unido, los Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética) que estaba ocupando Alemania desde el fin de la Guerra en 1945. Las tensiones entre Occidente y la Unión Soviética rompieron la cooperación y el país fue dividido en dos estados, uno un país capitalista y el otro una república soviética. La ciudad de Berlín misma se dividión en 1961, cuando el gobierno Soviético levantó un muro, cerrando la frontera y dividiendo la ciudad. El Muro de Berlí, símbolo de la Guerra Fría, marcó a generaciones de Alemanes en ambos lados, y su destrucción en la reunificación de Alemania trajo importantes cambios sociales que dejaron una profunda huella en el cine Alemán. Los efectos del cambio de la RDA a una Alemania unificada inspiraron a los cineastas Wolfgang Becker y Bernd Lichtenberg a hacer "Good Bye, Lenin!" ("¡Adiós a Lenin!"), un filme ubicado en esos tiempos de cambio.

La historia comienza en Octubre de 1989, en Berlín del Este, donde el joven Alex Kerner (Daniel Brühl) vive con su hermana Ariane (Maria Simon), su madre Christiane (Katrin Saß) y la bebé de Ariane, Paula. Su padre dejó a la familia en 1978, emigrando al lado Oeste, mientras que su madre permaneció una devota seguidora del Partido de Unidad Socialista de Alemania. Un día, Alex es arrestado en una protesta anti-gobierno, evento que le causa a su madre un ataque al corazón y la lleva a un coma. Durante su coma, la República Democrática Alemana que ella amó y defendio con su vida se ha ido, resultado de la caída del muro de Berlín y la reunificación oficial en una sola Alemania. Pronto, la familia entra al mundo capitalista y Alex encuentra trabajo instalando televisión vía satélite mientras que Ariane trabaja en un Burger King. 8 meses después, Christiane despierta a un mundo diferente, pero su estado físico y mental es frágil, y cualquier shock podría causarle un segundo ataque. Para proteger a su madre, Alex decide mantener la ilusión de que los ideales de su madre siguen vivos.

Andando en la delgada línea entre el drama y la comedia de situación, el guión de "Good Bye, Lenin!" (de Wolfgang Becker y Bern Lichtenberg) aborda un tema político, sin ser realmente una sátira, o al menos, no una común. Aunque la política forma el trasfondo de la historia, el centro del filme es el drama familiar en el que se mete Alex, pues llega a extremos insospechados para perpetuar la mentira a su madre con la intención de protegerla. Becker y Lichtenberg crean interesantes situaciones en las que Alex debe encontrar la forma de seguir con la mentira. Nada fácil en un país que rápidamente se llena de anuncios de Coca-Cola y restaurantes de comida rápida, lo cual incrementa las dificultades de Alex con resultados muy cómicos. Sin embargo, los escritores no entran e la "Ostalgie" (nostalgia por la Alemania del Este), y de hecho, la posición política de los autores pareciera ser más una de ironía y cinísmo (ni el socialismo ni el capitalismo son apoyados realmente). Y sin embargo, este cinísmo no le quita al filme la calidez y el gran corazón que tiene.

Con un humor fresco y una sólida narrativa visual, el director Wolfgang Becker hace de "Good Bye, Lenin!" una sensible tragicomedia que no es sólo encantadora, sino también ingeniosa. Becker crea maravillosas secuencias que muestran los esfuerzos desesperados de Alex por mantener la fantasía de su madre. SSin embargo, por muy maravilloso que sea el toque de Becker para la comedia, su verdadero talento brilla más en como aborda el lado dramático de la trama, la cual transforma en un conmovedor melodrama familiar. Ciertamente, la gran calidad del guión ayuda mucho, pero es la dirección de Becker la que logra mantener un tono ligero que es fiel a la trama sin caer en la parodia. Pues una trama como esta bien podría haber sido una sátira sin piedad al comunismo, sin embargo, el director Wolfgang Becker la vuelve más un tributo, no a la República Democrática Alemana, sino a la gente que verdaderamente creía en esos ideales. El trabajo del diseñador de producción Lothar Holler es admirable en la forma en que recrea el periodo de la reunificación.

Al frente del elenco está el actor Español Daniel Brühl como Alex, claramente la estrella del show. Dando una actuación llena de energía y encanto, Brühl da vida a este cariñoso, aunque extraño hijo determinado a mantener vivo el sueño de su madre. Lo interesante es el hecho de que esta mentira, inicialmente para su madre, comienza a volverse parte integral de su propia vida también. Afortunadamente, Alex ha reclutado en su misión la ayuda de su amigo Denis, interpretado por un genial Florian Lukas quien casi logra robar el show con su talento natural para la comedia. Otra ladrona de escenas es Maria Simon, quien interpreta a la hermana de Alex, Ariane, y en su poco tiempo en pantalla brinda con gran talento algunas de las mejores líneas del filme. Como la novia de Alex, Lara, la actriz Rusa Chulpan Khamatova no es solo hermosa, sino que hace mancuerna efectiva con Alex. Finalmente, la talentosa Katrin Saß interpreta a Christiane y después de Brühl, es quizás lo mejor del filme, pues con gestos sutiles logra construir el complejo personaje de la frágil madre de Alex.

Quizás lo mejor acerca de "Good Bye, Lenin!" de Wolfgang Becker" es la forma en que logra abordar el tema político de la cinta sin perder el encanto y la cálidez que la caracterizan. Y esto es principalmente porque el filme nunca deja de ser firmemente un drama familiar. Ciertamente, la política juega un papel importante dentro de la trama, dado el ferviente socialismo de Christiane que contrasta con el deseo de sus hijos por un cambio (con el eventual resultado de Ariane abrazando el capitalismo rápidamente mientras Alex se desencanta del mismo). Sin embargo, el cinísmo apolítico que Becker toma en relación a la política evita que el filme tome un lado definido dentro del especto político, y como se menciona arriba, critíca ambos sistemas económicos. Lo que importa en "Good Bye, Lenin!" no es quien está en el poder, sino la unidad de una familia, pues el loco intento de Alex de crear un sueño viviente para su madre termina por unir a su familia más que nunca. y en este fuerte centro emocional se encuentra el corazón del filme.

Ingeniosa, inteligente e incluso conmovedora, "Good Bye, Lenin!" es una genial tragicomedia que ofrece el retrato de una familia viviendo a través de los difíciles años de la reunificación Alemana. El director Wolfgang Becker ha construido un filme encantador que no es solo divertido, sino también llegador, sin caer en sentimentalismos baratos o en mera nostalgia. Si la cinta tiene un defecto, es quizás que es un poco demasiado larga, pero fuera de eso, es una muy disfrutable historia de familia. De hecho, a pesar de estar basada en un momento particular en la historia de un país, la historia tiene un gran atractivo universal. Con gran ironía y humor autocrítico, Wolfgang Becker ha hecho en "Good Bye, Lenin!" una cinta que muestra que el cambio es inevitable y difícil, pero los lazos humanos son más fuertes.

8/10
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21 de marzo de 2012

Tyrannosaur (2011)

Desde su trabajo en "In America" de Jim Sheridan en el año 2003, el actor Británico Paddy Considine ganó reconocimiento internacional como un talento promisorio del cine del Reino Unido. Esta reputación se cimentó al año siguiente con "Dead Man's Shoes" de Shane Meadows, donde Considine mostro su talento para interpretar a personajes complejos y oscuros. Sin embargo, Considine estaba interesado en más allá de actuar, y dos años después, escribió y produjo su debut como director: el cortometraje "Dog Altogether". La historia de un hombre vioento al borde de la autodestrucción (parcialmente basada en su padre), "Dog Altogether" terminaría ganando múltiples premios en el año 2007. Cuatro años después, Considine regresó a sus personajes de "Dog Altogether", expandiendo la historia para terminar un retrato personal de sus padres. El resultado es "Tyrannosaur", una poderosa historia de violencia, desesperanza y desconsuelo firmemente enraizada en la tradición Británica del realismo social. Aunque el filme de Considine cuenta con mucho corazón.

En "Tyrannosaur" ("Tiranosaurio", sin título aún en México pero llamada "Redención" en España), Peter Mullen es Joseph, un viudo desempleado cuya vida ha caído en la desesperanza. Alcohólico y con problemas de juego, Joseph mata a su fiel perro en un ataque de ira, un evento que lo hace caer en una crisis emocional en la que descubre que tan bajo ha caído. En su depresión, entra a una tienda de caridad, donde la asustada dueña, Hannah (Olivia COlman), le tiene compasión y lo conforta con una oración. Una mujer profundamente Cristiana, Hannah intenta ayudar a Joseph, pero el violento hombre es inicialmente agresivo hacia su bondad desinteresada, odiando lo que cree es ignorancia por parte de la clase alta. Contra cualquier pronóstico, pronto se vuelven amigos a pesar de ese duro comienzo. Sin embargo, Hannah tiene un oscuro secreto detrás de su vida perfecta, pues ella es abusada mental y fisicamente por su esposo James (Eddie Marsan). Y mientras Hannah se acerca más a Joseph, él comienza a recordar su propio pasado violento, a su esposa fallecida y su problemático matrimonio.

Escrita por Paddy Considine, "Tyrannosaur" es a primera vista un poderoso drama acerca de dos almas atormentadas y el efecto que ambas tienen en cada uno. Es también un estudio sobre la ira y la violencia, particularmente la violencia doméstica, la cual es explorada en "Tyrannosaur" con cruda brutalidad. No sólo en el obvio caso de Hannah, sino en el de Joseph como un antiguo abusador. La búsqueda de redención de Jospeh forma la espina dorsal del filme, pues él intenta encontrar su camino en el mundo sin esperanza en el que vive. El Tiranosaurio del título, aunque es una analogía muy específica dentro de la trama, también podría representar a Joseph como el salvaje depredador cuya existencia ha sido definida por la violencia. Sin embargo, si Joseph es la espina dorsal, Hannah es el corazón de la cinta, pues su lucha es mucho más intima y callada. A través del filme, ella sufrirá una difícil transformación, la cual Considine desarrolla con gran cuidado y una produnda honestidad, manteniendo el tono naturalista pero sin caer en el melodrama barato.

Como director, Paddy Considine muestra un gran talento para transmitir la violencia inherente de la historia mediante imágenes. No gráficamente, sino sugestivamente, la violencia no es mostrada en hechos, sino en consecuencias. Considine se enfoca en la devastación que la violencia deja en las vidas de todos. Joseph, Hannah, el pequeño niño que vive enfrente y la esposa muerta de Joseph; con un lenguaje puramente visual, Considine muestra que la esperanza es poca y la violencia está en todas partes. No la violencia de una guerra o del crimen, sino una que está más cerca, más intima, e igualmente poderosa y destructiva. El trabajo de fotografía de Erik Wilson captura este mundo gris con el toque naturalista y el color desaturado tan comunes en el realismo social Británico, sin embargo, evita el uso de cámara en mano, haciendo que su cámara fluya suavemente en este mundo, con una calma que contrasta con la violencia del filme. Donde brilla más el talento de Considine es en su trabajo con actores, pues saca de ellos interpretaciones muy poderosas y de gran clase.

Pues "Tyrannosaur" es un filme de actores, pues sin duda es su trabajo so mejor del filme. Como Joseph, Peter Mullen regresa al rol de que tuvo en el cortometraje de Considine. Como se mencionó anteriormente, los personajes de "Tyrannosaur" podían fácilmente haber sido estereotipos, pero gracias al guión de Considine, van más allá. Mullen toma ventaja de esto y construye la compleja personalidad de Joseph, un hombre consumido por la ira y la culpa. A medida que se hace viejo y ve a sus amigos morir, algo cambia en él, y Mullen fa gran poder a esta transformación. Sin embargo, el verdadero descubrimiento del filme es el trabajo de Olivia Colman como Hannah, la mujer Cristiana de la tienda. Mejor conocida en Inglaterra como comediante, su interpretación como mujer abusada es simplemente sorprendente en cada detalle. Con solo sutiles gestos, Colman construye un personaje que se revela a medida que la trama se desarrolla, mostrando una personalidad multidimensional que nunca se siente artificial, al contrario, es espeluznantemente verosimil.

Ciertamente, "Tyrannosaur" es un filme que, dada su trama, podría haber sido fácilmente un melodrama barato sobre violencia doméstica y las diferencias sociales en Gran Gretaña. Sin embargo, el director Paddy Considine le da a su filme una honestidad brutal que transforma a la historia en un grito de desesperanza. Muchos filmes (especialment dramas sociales Británicos) han presentado ya tramas de desolación sobre la clase trabajadora, sin embargo, Considine logra hacer un trabajo muy humano dentro de la desesperanza de su historia. Como se mencionó anteriormente, no es realmente un filme gráficamente violento, aunque sí es una película difícil de ver, pues Considine hace que la violencia se sienta a través de sus personajes. Esta relación que Considine establece con sus personajes es otra diferencia entre "Tyrannosaur" y otros filmes similares, pues Considine entra a su mundo como un testigo de sus vida, pero uno con gran respeto por su humanidad. Hay por supuesto un cierto gusto por el shock, pero no uno que sea gratuito, sino uno simplemente realista.

Con un sorprendente despliegue de talento por parte de Mullen y Colman, "Tyrannosaur" es un poderoso drama social sobre dos almas fuertemente dañadas que encuentran cierta paz entre ellas. En las manos de muchos directores, esto podría haber sido una lacrimógena cinta sentimental, pero Considine le da a su filme un toque muy personal que lo vuelve una poderosa experiencia. Aunque es ciertamente un filme lleno de violencia, hay un cierto elemento humano en "Tyrannosaur" que le da un tono diferente, un tono mucho más intimo que lo que cualquier despliegue gráfico de violencia hubiera logrado. Considine intenta entender a sus personajes, y al hacerlo, los vuelve real. No hay ninguna sensación de condescendencia hacia ello, sino de comprensión; no de juicio, sino de amor.

8/10
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20 de marzo de 2012

Nosferatu, eine Symphonie des Grauens (1922)

Como una de las más fascinantes creaturas del folklore, los vampiros han sido una presencia constante en las leyendas e historias de horror por siglos. El enorme éxito en 1897 de la novela "Dracula" del escritor Irlandés Bram Stoker transformó a los mitos en una figura icónica que se volvió la imagen definitiva del monstruo inmortal. El siglo siguiente vió al vampiro entrar de lleno en el nuevo medio, el cine, volviéndose un tema popular en prácticamente cada década en la historia del cine. Y todo empezó en 1921, cuando los productores Enrico Dieckman y Albin Grau se reunieron para desarrollar una idea que Grau tenía desde la Primera Guerra Mundial: un filme de vampiros. Para lograrlo, los productores contrataron al famoso guionista Henrik Galee para adaptar la novela de Stoker. Sin embargo, Dieckman y Grau no lograron obtener los derechos de la novela, así que Galeen la modificó y adaptó a un pueblo Alemán. Drácula se volvió Orlok, y con el director F.W. Murnau al timón, "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" (ó "Nosferatu: Una Sinfonía de Horror") llegó al mundo.

"Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" comienza en una ciudad Alemana llamada Wisburg, donde el joven Thomas Hutter (Gustav von Wangenheim) es un empleado en una firma de bienes raíces. Hutter es enviado a Transilvania para visitar al enigmático Conde Orlok (Max Schreck), quien desea mudarse a Alemania y comprar una casa en Wisburg. A medida que se acerca al castillo de Orlok, Hutter descubre que los habitantes están aterrorizados por el misterioso Conde, al punto de que el chofer de su carruaje se rehusa a entrar a sus tierras. Un extraño coche es enviado por Orlok a recoger a Hutter, y así finalmente el joven conoce a su extraño cliente. En el castillo Hutter sólo ve al excéntrico Orlok por la noche, y nunca lo ve comer nada, así que empieza a sospechar que el Conde sea en realidad el monstruo llamado Nosferatu. Una noche Orlok descubre el retrato de la esposa de Hutter, Ellen (Greta Schröder) y queda fascinado. Tras revelar su verdadera naturaleza a Hutter, Nosferatu apresura su viaje a Wisburg para llevar su reino de terror a Alemania.

Siendo ya conocido como maestro de la fantasía oscura (tras haber trabajado en filmes de horror expresionistas como "Der Golem" y "Der Golem, wie er in die Welt kam"), el escritor Henrik Galeen adapta la novela de Stoker con gran talento y literalmente la vuelve su propia historia. Dejando fuera el típico enfoque Victoriano en la moralidad que tiene la historia (incluyendo al cazador Van Helsing), Galeen aumenta el romanticismo Gótico de la novela al hacer de la historia no una lucha entre los abstractos conceptos de bien y mal, sino un duelo entre la pureza y la corrupción. La corrupción es el tema central del filme, con Orlok, el Nosferatu, siendo no sólo el heraldo de la plagua cuya llegada a Wisburg trae muerte y enfermedad con él, sino también el corruptor que se entromete en la felicidad de los Hutters. Estilizada, pero imbuida con un ritmo fluido (heredado quizás de la novela), la trama de Galeen es muy ágil y dinámica; desenvolviéndose a un ritmo poético que vuelve a la historia, como su título indica, una real sinfonía de horror.

Con filmes como "Der Januskopf ("La cabeza de Janus") de 1920, ó "Schloß Vogelöd" ("El Castillo Encantado") de 1921 en su haber, el director F.W. Murnau no era un novato en tratar temas sobrenaturales como los del guión de Galeen. Sin embargo, "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" se volvería uno de los filmes más importantes de Murnau, pues junto al fotógrafo Fritz Arno Wagner y el productor Albin Grau (uqién fungió como director de Arte), Murnau desarrollo un estilizado y único diseño visual para su cinta. Aunque escencialmente un filme expresionista, Murnau conscientemente se aleja de la norma, como por ejemplo en el uso de locaciones reales para la película. Esto agrega una atmósfera natural que contrasta poderosamente con los detalles ya más expresionistas del filme, como la apariencia física de Nosferatu. Este contraste funciona perfecto dentro de la idea de corrupción que es central en el guión, pues la tan natural villa se va consumiendo por la extremadamente estilizada pesadilla que Nosferatu representa.

En el icónico rol del Conde Orlok, el actor Alemán Max Schreck creó a una de las figuras más fascinantes de la historia del horror. Gracias a su maquillaje expresionista y a su sutil, aunque estilizado trabajo, Schreck da vida a un vampiro único. Un depredador al fin, su Nosferatu es una verdadera creatura de la noche, encarnando perfectamente la idea del horror como algo repulsivo y cautivante ala vez. Entrenado en el teatro, Schreck basa su trabajo principalmente en lenguaje corporal, creando una figura de pesadilla que se mueve por la pantalla como si una de las sombras estuviera viva, llenado la escena con una sobrecogedora atmósfera. Como Ellen Hutter, Greta Schröder es bastante buena, casi etérea en sus escenas y siendo el perfecto opuesto a la fiera figura de Nosferatu. Como Knock (el equivalente a Renfield), Alexander Granach se roba cada escena del filme, pues su exagerada sobreactuación le va muy bien al personaje que interpreta. Desafortunadamente, no se puede decir lo mismo de Gustav von Wangenheim, cuyo trabajo teatral es uno de los defectps del filme.

Llena de inolvidables y espeluznantes imágenes cortesía del fotógrafo Fritz Arno Wagner, "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" permanece aún hoy no sólo como un gran filme de horror, sino como un maravilloso logro artístico en general. La atmosférica mezcla que hace Murnau de un duro realismo y una pesadillezca fantasía marcaron la pauta para el horror Gótico, y definió el concepto del vampiro en el cine. Claro, las limitaciones técnicas de su tiempo son visibles, pero el hecho es que, a más de 80 años de su lanzamiento, la sorprendente forma en que Galeen, Murnau, Schreck y todos los involucrados en la producción le dieron vida a la novela de Stoker en tan poderoso y emocional filme es realmente una obra monumental. Desafortunadamente, los productores Enrico Dieckmann y Albin Grau no lograron asegurar los derechos de la novela y la familia de Stoker demandó a su compañía, Prana films, llevándolos a la bancarrota y forzándolos a destruir cada copia. "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" casi se perdió, pero para buena fortuna, algunas copias sobrevivieron en otros países.

Poderosa, espeluznante, fascinante, en una sola palabra, sobrenatural; "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" se conviertió en un clásico del género del horror y en la cinta que influenció a generaciones de cineastas por décadas. Después de "Nosferatu", Murnau se volvió uno de los más importantes directores del mundo, y fue alejándose del expresionismo hacia un mayor rango de estilos artísticos, finalmente migrando a America donde realizó varias obras maestras antes de la llegada del sonido. Un filme legendari de un cineasta legendario, lo que F.W. Murnau y su equipo lograron en "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" es simplemente lo que el cine se supone que de ser: magia.

9/10
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Watch "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" (1922)

19 de marzo de 2012

Irish Destiny (1926)

En 1916, un grupo de republicanos Irlandeses inciarion una insurrección con el objetivo de terminar siglos de dominio Brtánico sobre Irlanda y la creación de una república Irlandesa independiente. El Alzamiento de Pascua (Éirí Amach na Cásca), como fue llamado, fue rápidamente suprimido pero su influencia fue significativa: se volvió la semilla para la declaración de Indepencia en 1919 y la subsecuente guerra contra el Reino Unido. La Guerra de Independencia Irlandesa furó de 1919 a 1922, y resultó en la separación de Irlanda del Reino Unido y la formación de la República de Irlanda. Naturalmente, la Guerra Irlandesa de Independencia se volvió un tema importante para las artes de la nueva república, y el cine no fue la excepción. Aunque la guerra afectó la nasciente industria cinematográfica Irlandesa, el año de 1926 vió el lanzamiento de la primera cinta inspirada por la Guerra de Independencia: "Irish Destiny" de George Dewhurst. Consideraa perdida durante muchos años, el filme fue redescubierto en 1991, ofreciendo un vistazo a los primeros años de la República de Irlanda.

Enmarcada por la Guerra de Independencia Irlandesa, "Irish Destiny" ("Destino Irlandpes") es la historia de Denis O'Hara (Paddy Dunne Cullinan), un joven qu elleva una vida normal en un pueblito Irlandés. Denis está enamorado de Moira Barry (Frances Macnamarra), la maestra de la escuela local. Sin embargo, estando al tanto de la situación de su país, cuando ve la oportunidad Denis se une al Ejército Republicano Irlandés (IRA) en la guerra de independencia. Como miento de un grupo de voluntarios, Denis lucha bajo las órdenes del Capitán Kelly (Kit O'Malley) conta la armada Británica conocida como los Black & Tans. El descubrimiento de planes para atacar el cuartel del IRA hace que el Capitán Kelly mande a Denis a Dublín para advertir a los líderes. Denis se apresura a llegar a Dublín y cumplir su misión, pero mientras tanto, el villano Gilbert Beecher (Brian Magowan) corteja a Moira. Para complicar las cosas, Denis es herido por los Black & Tans, y termina convaleciente en un hospital de Dublín. Todos en casa lo creen muerto, incluso su amada Moira.

Escrita y producida por Isaac, J. Eppel, "Irish Destiny" es en el fondo, un muy básico melodrama con romance y heroísmo en tiempo de guerra, diseñado para exaltar los ideales de la Guerra de Independencia y los valores de la gente Irlandesa (de los cuales depende el destino irlandés). Denis, un hombre común representante a la promisoria juventud Irlandesa, decide poner a su país como su principal prioridad, y arriesga su vida y su felicidad para hacer lo correcto. Aunque con tintes de propaganda descarada, la historia de Eppel nunca trata de ser más que un cuento de romance y aventura. De hecho, esta renuencia a ir más allá es más bien un problema del guión de "Irish Destiny", pues se siente demasiado arcaico, aún para su tiempo. Interesantemente, la armada Británica no es tan satanizada como podría esperarse, y se podría incluso decir que reciben un trato justo. Los verdaderos villanos en la vida de Denis son en realidad compatriotas Irlandeses: Beecher y su banda de destiladores ilegales de poitín, quienes indiferentes a la causa, la aprovechan para su propio beneficio.

Dirigida por el cineasta Británico George Dewhurst (quien realizaría la primera versión de "Sweeney Todd" ese mismo año), "Irish Destiny" es particularmente notable por una sola razón: el uso de película real de los incendios de Cork en 1920, y de la Custom House (Casa de Aduanas) en 1921. Aunque narrativamente estos eventos son solo referenciados para establecer el tiempo histórico del filme, las imagenes mostradas sirven como capsula del tiempo del Dublín en Guerra, y son históricamente invaluables. También de gran interés son las vistas de Dublín que Dewhurst y el fotógrafo Joe Rosenthal capturan, especialmente durante la llegada de Denis a la ciudad: una serie de escenas que siguen a Denis en motocicleta por las calles de Dublín, en las que el Trinity College y St. Stephen's Green puede apreciarse. Fuera de esto, el filme de Dewhurst es bastante tradicional en como aborda al melodrama, y hace poco por mejorar su guión simplista. Aunque hay varias ideas interesantes en la cinta, en general la narrativa es algo descuidada y muy estática.

La actuación en "Irish Destiny" es dispar: aunque hay algunos muy buenos trabajos en la cinta, también hay algunos que no son tan afortunados, y entre estos está desafortunadamente el del protagonista, Paddy Dunne Cullinan. Como Denis, Cullinan luce tieso, muy rígido, con un un rango emocional bastante limitado. Aunque físicamente luce como un héroe, su actuación deja mucho que desear, y esto complica el éxito del filme. Como su enamorada, Frances Macnamarra es algo mejor, quizás no una gran mejoría pero ciertamente luce mucho más natural que su rígida contraparte. Una mucho mejor actuación es la de Brian Magowan, como el malicioso Beecher. Aunque su papel es bastante unidimensional (villano típico al fin), Magowan le agrega mucha personalidad a su personaje gracias a sus gestos y expresión facial. No es difícil creerlo como un tipo traicionero y astuto. En los papeles de soporte, Kit O'Malley y Evelyn Henchey son bastante buenos. Henchey en particular es una presencia mucho más natural y atractiva que Macnamarra.

Probablemente el problema principal de "Irish Destiny" es cuan simple es, y esto es tomando en cuenta la época en que fue realizada. Aunque ya para 1926 el cine silente ya se encontraba en la cumbre de su arte, este melodrama bélico de George Dewhurst se siente como una cinta 10 años más vieja, de un tiempo en que el lenguaje cinematográfico fuera desarrollandose. Estática y terriblemente teatral, su narrativa es muy convencional al punto de ser aburrida. Aunque como se mencionó anteriormente, mucho de esto puede adjudicarse al guión de Eppel, que sigue el patrón más básico de los primeros filmes de aventuras Americanos, con todo y rescate de último minuto (a la Griffth por supuesto). El desarrollo de personaje es mínimo, y permanecen los clásicos arquetipos: héroe bien parecido, damisela en apuros y traicionero villano. Quizás un poco más de cuidado al desarrollar la historia pudiera haber mejorado el resultado, pues a la cinta no le faltan sus buenas virtudes. Desafortunadamente, estas se encuentran perdidas en una cinta que aún para 1926, se siente obsoleta y arcaica.

Invaluable como registro histórico de la República Irlandesa, aunque afectada por una narrativa poco sofisticada y burda, "Irish Destiny" de George Dewhurst es un filme difícil de juzgar. Por un lado esta lleno de increíbles imágenes del Dublín de 1920 (sin mencionar su uso de metraje histórico), y por otro sus problemas estilísticos son innegables. Al final, la mejor recomendación sería el ver esta pieza de historia Irlandesa con una mente abierta, y esperar, quizás no una obra clásica del cine, pero sí una ventana a un momento clave en la historia de Irlanda. Aunque como melodrama bélico es algo fallido, como cápsula del tiempo y memoria de la ciudad de Dublín, "Irish Destiny" es un magnífico trabajo. A pesar de todos sus problemas, la imagen de Denis en su moto a través de la calle Grafton es de una belleza sobrecogedora.

7/10
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16 de marzo de 2012

John Carter (2012)

En Febrero de 1912, la revista "The All-Story" comenzó la serialización de la que sería una de las más influyentes novelas en la historia de la ciencia ficción: "A Princess of Mars" de Edgar Rice Burroughs. Con el título de "Under the Moons of Mars", la revista comenzó la publicación de capítulos de esta historia que mezclaba elementos de Western y fantasía volviéndola un de los primeros ejemplos del subgénero de "romance planetario". La historia se volvió inmensamente popular y finalmente se publicaría como libro en 1917 como "A Princess of Mars". Desde entonces, incontables trabajos han sido inspirados por estas legendarias aventuras marcianas, una influencia que se extiende más allá del reino de la literatura de ciencia ficción y que ha tocado la música, la ciencia, el comic y por supuesto, el cine. Desde los seriales de "Buck Rogers" hasta "Star Wars" y "Avatar", el héroe John Carter ha sido una indirecta pero constante presencia en el cine desde el inicio. Lo cual explica el porque al ser finalmente llevado al cine, 100 años después de su creación, el resultado se siente algo pasado de moda.

Títulada simplemente como "John Carter" (y por alguna razón como "John Carter entre dos mundos" en español), la cinta comienza con la visita de Edgar R. Burroughs (Daryl Sabara) a la casa de su tío John Carter (Taylor Kitsch) quien ha fallecido misteriosamente. Edgar descubre el diario de Carter y busca alguna explicación. El diario comienza con Carter como un veterano de la Guerra Civil que se dedica a buscar oro en Arizona. Carter es encontrado por el Coronel Powell (Bryan Cranston), quien desea reclutarlo a la fuerza. Carter escapa y se encuentra en una cueva, y tras extrañas circunstancias se ve transportado a Marte. En el planeta rojo, Carter descubre que es más fuerte y más rápido gracias a la gravedad del planeta. Sin embargo, es capturado por una tribu de creaturas marcianas llamadas Tharks. Ahí, Carter es testigo de una batalla entre naves aéreas pilotadas por humanos, y cuando una mujer (Lynn Collins) cae de una de las naves en la batalla, Carter la rescata. Ella es Dejah Thoris, una princesa de una de las naciones Marcianas en guerra. Carter se ve de nuevo en medio de una guerra civil.

Adaptada por el director Andrew Stanton junto a Mark Andrews y Michael Chabon, "John Carter" permanece relativamente fiel a la trama y espíritu del clásico de Burroughs; aunque claro, algunos elementos se han modernizado un poco (pues la novelca cumple 100 años). El mejor y más obvio de estos cambios es el hecho de que la Princesa de Marte, Dejah Thoris de Helium, ya no es una damisela en peligro cuyo único propósito es ser rescatada por el heróico John Carter. Ella es ahora una mujer inteligente, una hábil peleadora y brillante científica que no sólo sabe pelear, sino tampoco duda en manipular a John para sus propósitos. Es un desarrollo bastante interesante y refrescante para el personaje. Sin embargo, desafortunadamente no todo en esta adaptación de "A Princess of Mars" es tan bueno, pues el guión está plagado de problemas, como por ejemplo, el tono episódico en que los personajes paracieran ir al azar de un peligro a otro. Algo que funciona muy bien en las novelas de aventura, pero que no se traduce tan bien al cine.

El resultado es una narrativa desarticulada, en la que el director Andrew Stanto realiza varias escenas de gran calidad, pero que no funcionan tan coherentemente en conjunto. Ciertamente, el trabajo del fotógrafo Daniel Mindel captura el paisaje desértico con una gran belleza, y en general la visión de Marte que tiene Stanton es sobrecogedora (sin mencionar que los efectos visuales son impresionantes); sin embargo, aunque algunas escenas individuales sean admirables, en "John Carter" la suma de las partes es mucho menos que satisfactoria. Aunque visualmente brillante, la pulida "John Carter" de Stanto sufre también de una incapacidad de capturar la sensación de asombro y la ingenuidad de la novela, como si Stanton renegara del origen de revista de la historia, y la tratara como literatura intelectualoide, olvidando que "A Princess of Mars" es ante todo, una historia divertida. Por cierto, tampoco le ayuda el hecho de haber censurado la violencia y sensualidad inherentes en la historia de Burroughs, siguiendo mejor la norma de Disney.

El elenco es en general de una gran calidad, con la desafortunada excepción de Taylor Kitsch, quien interpreta a John Carter. Kitsch ciertamente luce físicamente como un héroe, pero su interpretación es considerablemente inferior a los demás y a pesar de ser él el protagonista, es a menudo opacado. La revelación del filme es ciertamente Lynn Collins, quien saca mucho provecho del desarrollo de su personaje para mostrar su talento. Como se mencionó anteriormente, la Princesa de Marte es ahora un personaje complejo, dividido entre su amor por su pueblo y su deseo de independencia. Collins no se limita sólo a lucir hermosa, sino que comanda la pantalla dando una actuación que realmente merecía una mejor película. Samantha Morton presta su voz a Sola, una Thark rechazada por su tribu tras haber ayudado a Carter. Dice mucho del trabajo de Kitsch que usando solamente su voz haya Morton hecho un personaje más creíble. Mark Strong interpreta al villano, Matai Shand, líder de la nación de Zodonga y determinado a cazarse con la princesa de Helium para conquistar la nación.

Como se mencionó anteriormente, aunque hay muchos elementos que admirar en "John Carter", hay quizás más que son, si bien no decepcionantes, su al menos insatisfactorios. La ya mencionada narrativa episódica del filme es quizás su más grande problema, aunque tampoco ayuda el hecho de que aunque algunos personajes son bien desarrollados, otros son realizados muy pobremente. De hecho, los verdaderos villanos del filme son dejados en la total ambiguedad. Ciertamente, un cierto grado de ambiguedad es bienvenido en un personaje, pero en "John Carter" esto es excesivo, al punto de ser simplemente algo inexplicable. Todo esto puede sonar muy mal, pero para empeorar las cosas, el verdadero enemigo del "John Carter" de Stanton no es siquiera algo del filme en sí, sino el hecho de que 100 años después de su aparición, las aventuras de John Carter de Marte ya no son nuevas. Dado que todo desde "Buck Rogers" a "Avatar" ha sido tocado por la novela de alguna forma, la adaptación de Stanton no puede evitar sentirse irónicamente derivativa.

Esto pudiera sonar como su "John Carter" de Andrew Stanton fuera un mal filme, pero no lo es. In "John Carter", Stanton va al extremo para crear una aventura épica que le rindiera tributo a los libros que disfrutó de niño. Desafortunadamente, su noble intento falla pues su lealtad a la fuente no se pudo traducir en narrativa cinematográfica. Es ciertamente un filme entretenido sin duda, pero está lejos de ser la historia clásica de ciencia ficción que la novela significó para la literatura. En resumidas cuentas, "John Carter" no es una mala película, sino quizás es simplemente una un tanto decepcionante. La apropiada adaptación de las aventuras de John Carter de Marte aún no ha sido realizada.

6/10
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14 de marzo de 2012

The Devil Inside (2012)

Desde el lanzamiento de "The Blair Witch Project" en 1999, el subgénero de cintas de "metraje encontrado" ha crecido exponencialmente, especialmente dentro del género de horror. Este recurso narrativo, que consiste en presentar la película como la filmación descubierta de un evento por un protagonista muerto o desaparecido, le quedó como anillo al dedo al cine de horror, pues no sólo le da a la historia un grado de realismo, sino que también la perspectiva en primera persona crea un horror más visceral y personal. A través de los años, la narrativa de metraje encontrado ha sido usada para abordar otros subgéneros del horror, desde los fantasmas ("The Blair Witch Project") a los zombies ("[REC]"), algunos con más éxito que otros. El tema del exorcismo también ha sido abordado por filmes de metraje encontrado, y dada la naturaleza controversial del acto del exorcismo y las dificultades para realizar uno, se podría decir que es material perfecto para este subgénero. Desafortunadamente, el dispar filme "The Devil Inside" podría bien ser prueba de que esto no es cierto.

Titulada en español como "Con el Diablo adentro", la cinta comienza en el 30 de Octubre de 1989, cuando Maria Rossi (Suzan Crowley) asesina a tres clérigos en su casa mientras se le practicaba un exorcismo. Dada la naturaleza del triple asesinato, la Iglesia Católica interviene y Maria es llevada a un hospital en Roma. Veinte años después, la hija de Maria, Isabella (Fernanda Andrade) decide hacer un documental sobre los exorcismos, buscando entender que le pasó a su madre. Para esto contrata al cineasta Michael Schaefer (Ionut Grama), quien es ateo pero está interesado en la filmación del ritual. Su primer paso es viajar a Roma, donde Isabella entra en un seminario sobre exorcismos donde conoce a dos sacerdotes, Ben (Simon Quarterman) y David (Evan Helmuth). Después que Isabella les confiesa sus razones para tomar el curso, Ben y David le comentan que ellos realizan exorcismos clandestinos para los casos rechazados por la Iglesia por falta de pruebas. Isabella y Michael se les unen en sus exorcismos, esperando que ellos puedan ayudar a Maria, quien aún muestra señales de posesión.

Escrita por el director William Brent Bell y su colaborador habitual Matthew Peterman, "The Devil Inside" se construye como el metraje editado de lo capturado por las múltiples cámaras puestas por Michael, mientras siguen a Ben y a David en sus exorcismos clandestinos. Como se mencionó anteriormente, el concepto de metraje encontrado de exorcismos es ya bastante interesante (y uno que también aborda "The Last Exorcism" del 2010), y de hecho, los escritores comienzan con una muy sólida premisa. Desafortunadamente, este sólido comienzo se va desmantelando lentamente a medida que la historia se desarrolla, pues los escritores son incapaces de desarrollar a su grupo de personajes y presentan una serie de escenas derivativas que rara vez son escalofriantes. En una película, cierta suspensión de la incredulidad es siempre requerida, especialmente en los géneros fantásticos; sin embargo, el guión presentasituaciones donde el setido común convenientemente (e increíblemente) se pierde. Algo problemático para una historia que depende de su supuesta veracidad.

El director William Brent Bell no hace mucho por mejorar un guión tan fallido, y limita su visión a un intento por replicar el realismo documental. Desafortunadamente, dicho intento es estroepado por su constante reuso de los clichés usuales de posesión demoníaca. Lo cual no sería un problema (es imposible escapar de la sombra de "The Exorcist"), si no fuera por el hecho de que Bell los emplea en la manera más obvia posible, sin algún giro o dos. El concepto de metraje encontrado falla en capturar el realismo, y el trabajo del fotógrafo Gonzalo Amat se pierde en un desastroso trabajo de edición. Para empeorar las cosas, Bell cae en el problema común de cualquier filme que intenta capturar el realismo: el tedio de la vida real. Un elemento básico de los "mockumentales" en general es que por muy rara que sea la premisa, aún deberían sentirse como documentales. "The Devil Inside" falla en transmitir el interés natural, la sensación de asombro que un documentalista real capturaría en su película. Y el resultado es una película muy aburrida.

Las interpretaciones del elenco son también problemáticas, pues en general, se sienten terriblemente amateur. Dado el estilo del filme, es claro que muchas de las líneas debieron haber sido improvisadas, pero nunca hay una sensación de autenticidad en los actores que pudiera dar fuerza a la improvisación. Aunque hay una gran excepción: la interpretación de Suzan Crowley como Maria Rossi. En la escena donde Maria finalmente conoce a su hija ya adulta, Crowley muestra tal presencia escénica que su actuación por si sola logra lo que ni el director ni su fotógrafo: dar tensión a la pelpicula. Verdaderamente una actuación poderosa, y una que es trágicamente perdida en medio del desastre conocido como "The Devil Inside". El resto del elenco va de mediocre (Fernanda Andrade) a terriblemente malo (Ionut Grama), aunque en realidad no todo debería culparse a los actores, pues los personajes son poco más que estereotipos. Hay un intento por darles algo de trasfondo, pero al final, los actores están atrapados interpretando a personajes de cartón.

"The Devil Inside" es una cinta profundamente defectuosa, pero tiene algunas cosas buenas. Para empezar, la secuencia inicial donde el crimen de Maria Rossi es narrado mediante imágenesde noticiero realmente genera una buena atmósfera. Tristemente, esa atmósfera se pierde durante la mayoría de las escenas subsecuentes para no ser recapturada jamás. El tan debatido final es de hecho apropiado para una cinta de metraje encontrado, al ser quizás la única consecuencia lógica de los eventos del filme. Sin embargo, el problema real es que "The Devil Inside" realmente no cuenta con mucha lógica durante su desarrollo y no se genera una empatía real con los personajes (quienes son apenas descritos a pesar de haber entrevistas estilo documental en el filme), resultando en un final que acaba siendo insatisfactorio pues apenas los personajes comienzan a hacer algo interesante cuando el filme termina. Como se mencionó anteriormente, el final repentino es quizás el final más apropiado para cintas de este tipo, pero "The Devil Inside" simplemente no se gana el derecho a realizar un final así.

Desde "The Blair Witch Project" cintas de metraje encontrado han ido y venido, algunas realmente empleando inventivamente este recurso narrativo, mientras que muchas otras tristemente descubren que sí, el metraje encontrado es un género barato de realizar, pero extremadamente difícil de realizar bien. "The Devil Inside" es uno de estos filmes, una película que falla en desarrollar su premisa y recurre al barato susto sorpresa (que son tan obvios que dejan de ser sorpresa) para generar algo, recurso que ya Bell había usado hasta el cansancio en su anterior "Stay Alive". Y claro, los sustos sorpresa funcionan, pero su efecto es de tan breve duración que cuando no es acompañado por una buena atmósfera o una trama interesante, la sensación final es la de haber sido engañado. "The Devil Inside" es tristemente el ejemplo de una buena premisa mandada precisamente al diablo.

3/10
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13 de marzo de 2012

The Artist (2011)

Desde la primer proyección pública en 1896, el cine ha visto innumerables desarrollos a través de su historia; sin embargo, ninguno ha sido tan definitivo como industria como fue la llegada del sonido al cine en 1927. Aunque los experimentos para agregar sonido a las películas son tan viejos como el cine mismo, sería el lanzamiento de "The Jazz Singer" de la Warner Bros. la que cambiaría el medio para siempre. Fascinados por el sonido sincronizado, el público hizo de la cinta un éxito y los estudios se dieron cuenta que el futuro estaba en las "talkies" (cine sonoro). Esto comenzaría un traumático proceso de adaptación en que muchas carreras legendarias se derrumbarían mientras que nuevas estrellas llegarían a la cima. Esta difícil era es el periodo en el que filme "The Artist" de Michel Hazanavicius se desarrolla, como un amoroso tributo al arte del cine mudo y sus estrellas. Pero el director Francés no sólo ubica su cinta en la era silente, sino que también realiza "The Artist" como si fuera un filme de los últimos años de la década de los 20s: silente.

"The Artist" comienza en 1927, en la premiere del más reciente filme de George Valentin (Jean Dujardin), "A Russian Affair". Valentin, una estrella de peso en la industria Americana, disfruta su éxito como parte de la realeza de Hollywood. Afuera del cine, cuando Valentin posa para los reporteros, un ajoven llamada Peppy Miller (Bérenice Bejo) accidentalmente cae junto a él. La cándida foto que les toman marca el comienzo de la carrera de la joven. Peppy comienza a audicionar para películas, y tras obtener un papel de bailarina, su camino se cruza con Valentin de nuevo. Fascinado por su encanto, Valentin exige que le den a Peppy un papel más grande, contra los deseos del jefe del estudio, Al Zimmer (John Goodman). Tras este papel, la carrera de Peppy comienza a avanzar lentamente hacia el estrellato. Dos años después, Zimmer anuncia que ya realizará cine mudo. Valentin se rehusa a trabajar en el cine sonoro, y decide realizar su propia película muda. Mientras la estrella de Valentin comienza a desvanecerse, Peppy se irá convirtiendo en la Reina de Hollywood en la era sonora.

Con un guión del mismo director Michel Hazanavicius, "The Artist" ó "El Artista", es un melodrama de la vieja escuela, combinando el romance y el drama con toques de comedia para relatar la caída de la estrella silente George Valentin y contrastarla con la llegada de Peppy Miller, a la par que desarrolla la relación que comienza a surgir entre ambos. Resultado de una gran investigación, el guión de Hazanavicius está lleno de referencias y homenajes a la historia del cine, comenzando con el personajde Valentin, quien es un pastiche de estrellas silentes como Douglas Fairbanks y John Gilbert. Sin embargo, aunque "The Artist" está ciertamente consciente de su naturaleza de homenaje, Hazanavicius no toma la ruta de la mera parodia, y en vez de eso permanece fiel al estilo clásico del melodrama tan compun de la era silente. "The Artist" es claramente el trabajo de un cinéfilo para los cinéfilos, una pieza de nostalgia, y aunque ciertamente no es un tema nuevo (el clásico "Singin' in the Rain" lo aborda también), la magia de "The Artist" no está en su trama, sino en su hechura.

Pues el encanto de "The Artist" está en su valiente regreso al estilo de cine de la era silente, con Hazanavicius regresando a una narrativa puramente visual (aunque un par de escenas el sonido es usado para efecto dramático), replicando el tono y look visual del Hollywood clásico de los años 1920s. Esta réplica involucra un soberbio trabajo de fotografía realizado por Guillaume Schiffman, quien utiliza un bello blanco y negro (y en aspecto Académico por supuesto) para dar vida a esta historia de antaño, como si fuera realizada con la tecnología de la época. Todo el diseño de producción (de Laurence Bennett) se esfuerza en evocar la era silente, sin embargo, más allás de los aspectos meramente técnicos del filme, donde realmente se captura el estilo de cine silente en "The Artist" es sencillamente en la fluida narrativa de Hazanavicius, la cual como se mencionó anteriormente, se basa totalmente en lo visual, con una gran economía de intetítulos y un extenso conocimiento del lenguaje cinematográfico. Es ciertamente un truco novedoso, pero un truco bien enraizado en la estructura del filme.

La actuación es, por supuesto, instrumental en la recreación del cine de la era muda, pues ciertamente las interpretaciones de los actores de aquella época era considerablemente diferente a la actual. Como la estrella George Valentin, el actor Francés Jean Dujardin es fascinante, y canalizando la persona de Douglas Fairbanks en su personaje, Dujardin hace una interpretación excelente como la famosa estrella incapaz de adaptarse. "The Artist" es totalmente de Dujardin, y él actor saca el máximo provecho a esto. Bérenice Bejo interpreta a su contraparte, Peppy Miller, la joven actriz que se vuelve la nueva estrella. Encantadora y vibrante, Bejo tiene un gran carisma muy acorde a su rol, el cual pareciera inspirado en una joven Joan Crawford. Aunque ocapada por Dujardin, Bejo da a su rol un cierto grado de clase y jovialidad que le va a su personaje como anillo al dedo. El resto del elenco es en general muy efectivo, aunque ciertamente su tiempo en pantalla es considerablemente inferior. Dujardin y Bejo son sin duda las estrellas de "The Artist".

Sin embargo, dentro del elenco de soporte, es preciso señalar el admrable trabajo de James Cromwell como Clifton, el leal mayordomo y chofer de Valentin. Cromwell le da a su papel una enorme cantidad de dignidad y expresividad, de manera que transmite perfectamente las emociones de su personaje con casi nada más que su mirada. El trabajo de Cromwell es verdaderamente uno de los pequeños detalles que levantan a "The Artist" de ser un melodrama común y lo vuelven significativo. Pues como se mencionó anteriormente, no hay nada realmente nuevo u original en la trama de "The Artist", la cual refiere no sólo a la ya mencionada "Singin' in the Rain", sino a clásicos de la talla de "A Star is Born" y "Sunset Blvd.". En este caso, son los pequeños detalles los que importan, pues es ahí donde se encuentra el corazón del filme. Detalles como el mínimo pero inteligente uso del sonido, la encantadora actuación del perro Uggie, y por supuesto, la cinefilia, esa cinefilia tan profundamente imbuida en cada plano. Sin duda, "The Artist" es una carta de amor a la era silente.

Como se mencionó anteriomente, "The Artist" es una cinta basada en un truco: lo que la distingue es básicamente la inusual elección de haber sido realizada como un filme mudo. Sin embargo, dado que la obra está hecha por un verdadero cinéfilo, la experiencia se vuelve muy disfrutable para audiencias con la misma cinefilia. Ciertamente, esto podría ser también un defecto, pues quizás audiencias menos interesadas en el cine silente no se sientan tan enganchadas por el estilo narrativo del filme (y es decididamente un filme de estilo sobre sustancia). De cualquier manera, tan truculenta como sea, "The Artist" logra hacer de su truco su principal elemento, funcionando realmente como una película muda y no sólo como una réplica. El talento de Hazanavicius ciertamente influye en esto, pero quizás realmente el secreto de esto se encuentra en el corazón puesto en la cinta.

8/10
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L'autre monde (2010)

Uno de los conceptos modernos más interesantes que resultaron de la creación de la Internet es el de los juegos de rol multijugador masivo en línea (MMORPG por sus siglas en inglés), esto es, juegos en que múltiples jugadores usan la Internet para entrar a un mundo simulado por computadora. A medida que la tecnología ha avanazado, los juegos se han vuelto más y más detallados en su descripción de mundos virtuales, al punto de que juegos como "Second Life" han desarrollado su propia economía virtual. Ciertamente, esto ha generado también preguntas sobre la seguridad y la privacidad de estos mundos virtuales, particularmente dado el uso malicioso que se le podría dar. La idea de un mundo nuevo por explorar, uno donde se puede crear una identidad totalmente nueva, inspiró al director Francés Gilles Marchard (de "Qui a tué Bambi?") para crear una historia de suspenseo con el concepto de mundos virtuales como base. El resultado es "L'autre monde", literalmente "El Otro Mundo", un sombrío filme neo-noir con ciertas reminisencias al "Blue Velvet" de David Lynch.

Conocida internacionalmente como "Black Heaven", "L'autre monde" es la historia de Gaspard (Grégoire Leprince-Ringuet), un adolescente que un día encuentra un teléfono celular en la playa. Junto a su novia Marion (Pauline Etienne), Gaspard lee los mensajes de texto del teléfono y descubre una extraña relación entre un hombre llamado Dragon (Swann Arlaud) y la dueña del teléfono, Audrey (Louise Bourgoin). Llenos de curiosidad, Gaspard y Marion encuentran a Dragon y Audrey, y los siguen a un bosque cercano, donde la pareja ha decidido suicidarse juntos. Gaspard y Marion intentan salvarlos, pero sólamente logran rescatar a Audrey, sin embargo, ellos decide no revelarle su identidad. Días después, Gaspard se obsesiona más y más con Audrey, especialmente cuando descubre que Dragon y Audrey se conocieron en el popular juego de rol en línea "Black Hole". Gaspard crea una cuenta en "Black Hole" y encuentra ahí a Audrey, pero esto literalmente lo llevará a un mundo desconocido para él, un mundo de engaños, mentiras y muerte.

Con un guión del mismo Marchand y de Dominik Moll (director del brillante thriller "Harry un ami qui vous veut du bien"), "L'autre monde" cuenta la historia de la obsesiva infatuación de Gaspard con Audrey, la provebial mujer fatal de la trama. Gaspard vive en lo que pudiera llamarse un mundo perfecto: radica en un paradisíaco pueblo costero, se acaba de mudar a su propio apartamento con sus amigos, y ha comenzado una relación con Marion. Sin embargo, Audrey representa un mundo diferente para el, un mundo peligroso y cautivante (el peligro es sexy después de todo). Y lo novedoso de este mundo se refleja en Black Hoe, el juego en línea que ella frecuenta. Marchard y Moll hacen de "L'autre monde" la historia de la pérdida de inocencia de Gaspard, pues descubre que el mundo es mucho más grande de lo que él, en toda su ingenuidad adolescente, pensó que era. El descenso de Gaspard a la oscuridad, y el uso que los autores dan al concepto de mundo (y vida) virtual como un torcido reflejo de la realidades particularmente interesante.

Esta dualidad entre mundos, la vida real de Gaspard y sus aventuras en línea, son representadas por el director Gilles Marchand mediante el uso del animación computarizada. El mundo virtual de Black Hole es una pesadilla "noir" animada, perpetuamente de noche con un estilo minimalista aunque decididamene Art Decó (tan contradictorio como suene). La animación es fluida y tiene una cierta belleza sombría, la cual contrasta con la belleza natural que Marchard captuira en el pueblo en que Gaspard vive. La fotógrafa Céline Bozon captura los vibrantes colores del verano, aprovechando las locaciones para crear un loook muy naturalista. De hecho, "L'autre monde" es un filme bastante atractivo visualmente, que refleja perfectamente los cambios en la vida de Gaspard al entrar a Black Hole y comenzar su doble vida ahí. La dualidad es un elemento clave en la trama de "L'autre monde", y Marchard maneja bien los aspectos de misterio de la película, provando ser un habilidoso director. Desafortunadamente, sus habilidades no logran salvar el filme de los defectos de su guión.

Las actuaciones son buenas en general, aunque algunos de los más jóvenes miembros del elenco muestran su falta de experiencia en sus interpretaciones. Al frente del eleneco está Grégoire Leprince-Ringuet, bastante bien en su papel de adolescente despertando a un mundo más grande que él. Hay mucho realismo en su trabajo, y se mira convincente tanto en su rol de curioso inocente como en el de patán malicioso. Con la película basada a su alrededor, Leprince-Ringuet se encuentra ciertamente bajo mucha presión, pero logra llevar el filme de manera efectiva. Como la misteriosa Audret, Louise Bourgoin es aceptable, aunque quizás menos convincente. Aunque definitivamente una mujer muy hermosa, hay una cierta rigidez en su trabajo que le resta naturalidad y afecta su rol de femme fatal, Melvil Poupaud, como el sobreprotector hermano de Audrey, Vincent, es muy más exitoso, logrando un buen retrato de un hombre violento e impredecible, no muy feliz de ver a Gaspard cerca de su hermana. Pauline Etienne como la novia Gaspard es buena, aunque su papel está muy pobremente desarrollado.

Y este es quizás el gran problema de lo que podría haber sido un sorprendente thriller neo-noir: su guión está muy probremente desarrollado. Marchard y Moll han creado una fascinante historia de mentiras y traiciones que realmente da un interesante uso al concepto de una segunda vida virtual. Sin embargo, hay cierta contención, una renuencia a realmente llevar la premisa más allá y al final todo queda en un simplista "cuento con moraleja" sobre los peligros de pasar mucho tiempo en el Internet. Lo cual no sería tan trágico si no fuera por el hecho de que el filme parecía apuntar a algo mejor. En "L'autre monde", Marchard conjuga todo los ingredientes necesarios para una espeluznante historia de cine noir (misterio, erotismo, traición y oscuridad), pero termina en una anticlimática nora que pareciera traicionar todo lo que el filme estaba logrando. Ciertamente, una gran decepción, pues la contención que Moll y Marchard muestran en la débil forma de concluir la historia le dan al filme el tono de una barata película para la televisión.

"L'autre monde" tiene muchos elementos positivos a su favor, comenzando con el enfoque que toma Marchard para representa el mundo virtual de Black Hole, y el atmósphera de film noir (cine negro) que tiene la película. Sin embargo, el débil epílogo es ciertamente una gran decepción, pues destruye todo lo que se había ido construyendo. Y quizás la decepción mayor es el hecho de que tanto Marchard como Moll han provado con anterioridad ser habilidosos maestros en el arte de construir thrillers (los previamente mencionados"Qui a tué Bambi?" y "Harry un ami qui vous veut du bien" son prueba fehaciente de ello). En general, "L'autre monde" o "Black Heaven" no es realmente un filme malo, solo que no llega al nivel que su interesante premisa pudo haber llegado.

6/10
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9 de marzo de 2012

Der Student Von Prag (1935)

Durante los años 1920s, el cine Alemán experimento un desarrollo artístico que tenía sus raíces en el movimiento Expresionista que había explorado ya la arquitectura y la pintura. Películas como "Das Cabinet Des Dr. Caligari" (1920) y "Nosferatu, eine Symphonie des Grauens" (1922) mostraban los elementos clásicos del movimiento: estilizada y geómetrica dirección de arte, uso de iluminación en claroscuro y temas psicológicos en sus tramas. El Expresionismo se abocaba a la expresión de lo interior, en vez de una mera representación de la realidad. Aunque de corta vida, el movimiento tuvo una enorme influencia en el cine, particularment een el de horror, que encontró en el Expresionismo el estilo perfecto para sus mundos de pesadilla. El horror Americano de los años 1930s son quizás el mejor ejemplo de esto, pues detrás de muchos de ellos se encontraban miembros clave del movimiento que habían emigrado a América. Sin embargo, no fueron los únicos ejemplos. En la misma Alemania, el veterano Arthur Robison realizó una nueva versión de un clásico silente del Expresionismo: "Der Student Von Prag" ó "El Estudiante de Praga".

Ubicada en 1860, Balduin (anton Walbrook) es un joven y galante estudiante, un soñador cuyos más grandes placeres son el divertirse con sus amigos en la taverna de la posada y competir con su amigo Dahl (Fritz Genschow) por los afectos de Lydia (Edna Gryeff), la hija del posadero. Sin embargo, todo cambia un día en que el grupo celebraba el cumpleaños de Lydia, pues ese día son visitados por la cantante de ópera Julia Stella (Dorothea Wieck), quien casualmente les ofrece un breve recital. Embelesado por la cantante, el joven Balduin se enamora perdidamente de ella, pero para su mala fortuna, ella suele rodearse de la crema y nata de la sociedad, personas como el rico Barón Waldis (Erich Fiedler), por lo que el pobre estudiante se siente debajo de su nivel. Es en este momento en que el misterioso Dr. Carpis (Theodor Loos) entra en escena, prometiéndole a Balduin el estatus que desea. Sin embargo, al aceptar este trato Balduin sin saberlo se converitrá en una herramienta dentro de la venganza del Dr. Carpis en contra de Julia.

La versión original de "Der Student Von Prag" fue escrita por el autor Hanns Heinz Ewers como una versión en horror de la historia "William Wilson" de Edgar Allan Poe mezclada con la leyenda de Fausto. El remake del director Henrik Galeen era una versión más refinada, pero fiel, de la historia de Ewers. Esta versión, conocida en Español como "El Misterioso Dr. Carpis", fue escrita por Hans Kyser y Arthur Robison, y hace varios cambios importantes. El más obvio siendo el hecho de que la amada de Balduin no es ya miembro de la realeza, sino una famosa cantante, además de establecer un nexo entre el Dr. Carpis y Julia, algo inexistente en las versiones previas. La figura del Dr. Carpis recibe un desarrollo considerable, dejando de ser sólo una figura Mefistofélica, pues adquiere una motivación definida y se vuelve un villano verdadero. Sin embargo, el verdadero cambio importante es más sutil: es el hecho de que Balduin pierde algo más que su reflejo en el pacto; Balduin pierde su identidad, su personalidad y sus sueños. El "Der Student Von Prag" de Robison se encuentra más cercano al "Dorian Gray" de Wilde que al "William Wilson" de Poe.

Un veterano del Expresionismo Alemán (siendo "Schatten - Eine nächtliche Halluzination" su cinta más famosa), el director Arthur Robison le da a su versión de "Der Student Von Prag" una ominosa atmósfera de perdición gracias al gran trabajo del fotógrado Bruno Mondi (otro veterano del Expresionismo), quien captura la historia de Balduin con un estilo que, apropiadamente, se va volviendo progresivamente más oscuro a medida que la trama se desarrolla. Reflejando los cambios en el guión, la cinta de Robison es menos una pesadilla Expresionista y más una tragedia Gótica, con el énfasis ahora en el horror psicológico en vez del visceral. Para este efecto, Robison cuidadosamente desarrola la historia de la condena de Balduin, dándoles suficiente espacio a los personajes para crecer, todo esto con una elegante narrativa visual. Su "Der Student Von Prag" carece del atractivo visual de la de Galeen, pero en vez de eso Robison le da a su filme un apropiado tono sombrío de ambiguedad, con la naturaleza del poder que el Dr. Capris ejerce sobre Balduin permaneciendo en la oscuridad.

Las actuaciones son uno de los elementos más fuertes de "Der Student Von Prag", pues cuenta con grandes interpretaciones por parte del elenco. Como Balduin, Anton Walbrook (todavía como Adolf Wohlbrück) hace un admirable trabajo al representar el cambio en el alma de Balduin. Comenzando como un despreocupado joven, su obsesión con Julia crece y lo lleva a hacer el pacto con Carpis, el cual sella su destino. Sin ayuda de maquillaje o efectos especiales, Walbrook logra crear dos diferentes personalidades para su personaje, a menudo sin decir una sola palabra: su expresión facial dice todo lo que hay que saber sobre el conflicto interno por el alma de Balduin. La bellísima Dorothea Wieck interpreta al interés romántico de Balduin, Julia, y su trabajo en el papel es también de gran calidad. Wieck logra crear un personaje igual de complejo, pues su Julia es realmente tan culpable como Carpis de la ruina de Carpis. Mitad Mefistófeles y mitad Svengali, el Dr. Carpis de Theodor Loos tal vez no luzca imponente físicamente, pero la fuerza de su voz crea a un convincente villano Gótico.

Una interezante actualización de "Der Student Von Prag", el filme de Robison tiene a su favor un guión inteligente, una tecnica estilizada y una colección de buenas actuaciones. El giro que los escritores Kyser y Robison le dan a la historia es particularmente significativo, pues le da nuevas lecturas a la historia. Aunque en el pasado el resultado del pacto de Balduin era que su reflejo en el espejo tuviera vida propia (volviéndose un doppelgänger), en el filme de Robison la pérdida de su reflejo representa la pérdida de lo mejor en él. El soñador sentimental se vuelve un hombre cínico torcido por la codicia y la obsesión. Aunque permanece joven y galante por afuera, su personalidad se ha transformado por los poderes brindados por el Dr. Carpis, ansioso de alimentar la ambición de Balduin para lograr sus propósitos. Siendo un filme realizado endurante el régimen Nazi, esto hace un paralelo interesanto con los cambios que se estaban dando en la sociedad Alemana en los años previos a la Segunda Guerra Mundial.

Siendo uno de los últimos filmes producidos antes de que toda la producción Alemana se subordinara al Reichsfilmkammer, la versión de Robison de "Der Student Von Prag" es más que un remake con sonido, es una gran historia de horror por derecho propio. Llena de simbolísmo y de gran calidad técnica, la version de 1935 de "Der Student Von Prag" ha sido injustamente olvidada, opacada por sus predecesoras silentes; sin embargo, es posiblemente la mejor versión de la historia. "Der Student Von Prag" sería el último filme de Robison antes de morir (no llegaría a verlo en cine), y también ser ía de los últimos que Anton Walbrook haría antes de dejar Alemania. En cierta forma, "Der Student Von Prag" marca el final de una era del cine Alemán.

8/10
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8 de marzo de 2012

Körkarlen (1921)

Durante la época de apogeo del cine silente, la industria cinematográfica Sueca alcanzó renombre internacional gracias al trabajo de dos maestros del cine mudo: Mauritz Stiller y Victor Sjöström, ambos cineastas enormemente influyentes siendo técnicamente los padres del cine de Suecia. De los dos, probablemente es Sjöström el más recordado, no sólo por la calidad de su cine, sino por haber sido tenido también una carrera como actor, carrera que culminó en 1957 con una increíblemente poderosa interpretación final a la edad de 78 años en la obra maestra del director Ingmar Bergman "Smultronstället" ("Fresas Salvajes"). Sin embargo, esta no sería la única relación entre los dos maestros del cine Sueco, pues de hecho, la gran influencia de Sjöström puede encontrarse en muchas de las cintas de Bergman, quien consideraba a Sjöström como su maestro, habiendo sido fascinado a la edad de 15 años al ver por primera vez "Körkarlen". Conocida como "La Carroza Fantasma" y considerada un clásico del cine Sueco, ""Körkarlen"" es un drama fantástico que muestra el enorme talento de Victor Sjöström.

"Körkarlen" es la historia de David Holm (Victor Sjöström), un hombre completamente irresponsable y alcohólico que ha volcado su vida enteramente a la bebida. En la víspera de año nuevo, Holm se encuentra como de costumbre, bebiendo con sus amigos (Simon Lindstrand y Nils Elffors), y en la juerga les comenta sobre una vieja leyenda que escuchó de parte de su viejo amigo Georges (Tore Svennberg), y que cuenta que la última persona en morir durante el año, si ha sido un gran pecador, se convertirá en el cochero de la Carroza Fantasma, el carruaje en el que la Muerte recoge las almas de los muertos. Gustafsson (Tor Weijden), otro amigo de David, lo encuentra y le pide que vaya a ver a Edit (Astrid Holm), una joven del Ejército de la Salvación que alguna vez conocieron y que se encuentra ahora muy enferma. David se rehúsa y comienza un pleito que culmina cuando David muere justo a la media noche. La Carroza Fantasma aparece, y David descubre que el conductor es el mismo Georges, quien había muerto el año pasado. Esto hará que David recuerde su vida, siempre llena de ira y de odio.

Basada en la novela del mismo nombre escrita por Selma Lagerlöf y publicada en 1912, el guión de "Körkarlen" fue escrito por el mismo Victor Sjöström", siento esta la cuarta de sus películas que tenía su origen en una historia de Lagerlöf. Lo más interesante del guión de Sjöström es la forma en que desarrolla la trama mediante una serie de flashbacks en una estilo narrativo poco común en su época, moviendose hacia atrás y adelante en el tiempo, del presente al pasado y viceversa, a medida que la compleja personalidad de David va hilvanando recuerdos y las razones de su perdición son reveladas. La innovadora estructura narrativa de Sjöström es compleja, más no difícil de seguir, pues fluye de manera muy natural y funciona perfectamente con la mezcla de fantasía oscura y duro realismo que tiene la trama. Esta mezcla es muy interesante, y es de los elementos más atractivos del filme, pues dentro de su contexto fantástico, Sjöström aborda el tema de los destructivos efectos del alcoholismo con una gran seriedad.

Probablemente las escenas más memorables a primera vista en "Körkarlen" sean aquellas de la Carroza Fantasma en escena, pues el director Victor Sjöström y el fotógrado Julius Jaenzon crearon una serie de inquietantes efectos especiales utilizando trucaje fotográfico con gran cuidado y estilo. La imagen de la Carroza "flotando" sobre el mar es aún poderosa. Sin embargo, hay más en "Körkarlen" que solamente espeluznantes efectos especiales, pues Sjöström da un excelente uso a la fotografía de Jaenzon para crear una atmósfera oscura y melancólica de desesperanza usando luces y sombras de una forma muy expresiva. Esto es mejor apreciado en la version entintada, aunque aún en simpe blanco y negro los resultados son sorprendentes. Dada el tono fantástico de la historia, hay mucho simbolismo en la cinta, pero lo mejor logrado es curiosamente, no lo fantástico de la historia sino lo realista de la misma: la degeneración que sufre la persona de David Holm a la que arrastra a sus amigos, familia y básicamente a todo el que se relaciona con él.

Ahora bien, habiendo comenzado su carrera como actor, el director Victor Sjöström realmente sabía como sacar lo mejor de su elenco, y "Körkarlen" no es la exceptción, pues las actuaciones son uno de los puntos fuertes de la película. Sjöstrom no sólamente funge como director y guionista, también da vida a David Holm y logra un excelente trabajo al hacerlo. Como el incorregible borracho camino a su perdición, Sjöström realiza un poderoso trabajo actoral de gran realismo en su interpretación de la locura etílica de su personaje. Se podría pensar que Sjöström opaca al resto del elenco, pero Astrid Holm, quien interpreta a la hermana Edit, está en el mismo nivel. Su personaje es esencialmente la contraparte de David Holm, la persona que intenta salvar su alma. Como la esposa de David, Hilda Borgström ofrece un trabajo con gran rango emocional, y es bastante efectiva en su actuación a pesar de estar menos tiempo en pantalla que Sjöström y Astrid Holm. Finalmente, la alta y delgada imagen de Tore Svennberg es bastante espeluznante como el actual conductor de la Carroza.

"Körkarlen" es una cinta llena de una gran belleza que es casi de origen sobrenatural. La forma en que este drama mezcla los horrores del mundo sobrenatural con los del mundo real (que son mucho más terroríficos) la hace una poderosa película que aún hoy permanece vigente a más de 80 años de su realización. Sjöström logra imprimir a su película una gran humanidad, una pasión que se siente reflejada en la pantalla en la mirada de David Holm, las lágrimas de su esposa, la enfermedad de la hermana Edit. Si acaso hay algún defecto en esta obra maestra que es "Körkarlen", sería solamente el hecho de que se vuelve un poco excesivamente sermoneadora al final. Sjöström tendía a darle a su cine un tono severamente moralista, y en "Körkarlen" esto es bastante obvio; aunque claro, no al grado de hacer de ella algun tipo de propaganda para el Ejército de la Salvación, solamente se podría decir que se excede un poco en el grado de sentimentalismo. Ciertamente, "Körkarlen" no es un filme sutil, pero su belleza trasciende en verdad esta falta de sutileza.

Es bastante interesante el ver "Körkarlen" y notar el gran peso que tuvo en la formación del joven Ingmar Bergan. El recuerdo de la imagen de Georges como el pálido conductor de la Carroza seguramente tuvo algo que ver en el diseño visual de "Det Sjunde Inseglet" ("El Séptimo Sello"), y su estructura narrativa en la ya mencionada "Smultronstället". Con lo poético de sus imagenes y la notablemente inventiva forma en que su narrativa es construida, "Körkarlen" es en definitiva uno de los filmes más bellos de la era silente. Como nota final, la íntima relación de Bergman con esta cinta aún se nota en uno de los últimos filmes del maestro Sueco, "Bildmakarna" ("Los creadores de la imágen"), que es una historia precisamente sobre la filmación de "Körkarlen". Una verdadera obra maestra.

9/10
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7 de marzo de 2012

La Revolución de Juan Escopeta (2011)

Entre 1910 y 1920, México se vió inmerso en una serie de conflictos bélicos denominados colectivamente como la Revolución Mexicana, pues resultaron en grandes cambios sociales y en conjunto forman el más importante evento sociopolítico de la historia Mexicana del siglo 20. Todo comenzó con el levantamiento de Francisco I. Madero contra la dictadura de Porfirio Díaz, quien había estado en el poder por casi 35 años. La rebelión de Madero fue seguida por otros líderes en el país (como Pancho Villa y Emiliano Zapata), y terminó con el régimen de Díaz en 1911. Desafortunadamente, ese sería sólo el comienzo, pues los conflictos entre rebeldes continuarían con la traición y eventual golpe de estado del General Victoriano Huerta. Este difícil período de la historia marcaría a generaciones de Mexicanos, y naturalmente, el cine reflejaría su relevancia. "La Revolución de Juan Escopeta" de Jorge A. Estrada es una cinta que se desarrolla justo en el medio del conflicto, y lo que la hace aún más interesante es el hecho de que es animada, en una industria que raramente realiza cine de animacion.

"La Revolución de Juan Escopeta" se desarrolla en 1914, durante las batallas contra la armada de Victoriano Huerta. Es la historia de un joven muchacho llamado Gaspar (Ulises Nieto) o Gapo para sus amigos. Gapo vive con su madre (Dolores Heredia) en un pequeño pueblo minero llamado Mineral de la Luz, pues su padre murió y su hermano se ha ido, habiéndose unido a la armada de Pancho Villa. Un día, la armada de Huerta llega al pueblo mientras Gapo está jugando en las afueras, y cuando regresa a casa la encuentra saqueada y a su madre muerta. Gapo es apresado por la armada de Huerta, queriéndolo reclutar a la fuerza, pero es salvado por un misterioso pistolero llamado Juan Escopeta (Joaquín Cosío). Escopeta va rumbo al norte, y cuando Gapo se da cuenta de esto decide unirsele, pues su hermano está allá. Escopeta lo acepta de mala gana, y así los dos comienzan un viaje a través del altiplano Mexicano, el cual intentarán cruzar a pesar de las constantes batallas entre la armada de Huerta y las fuerzas rebeldes. Y para empeorar las cosas, hay otro pistolero tras la cabeza de Juan Escopeta.

Escrita por el director Jorge A. Estrada, "La Revolución de Juan Escopeta" sigue escencialmente el patrón clásico de una "road movie" en la que dos personajes muy diferentes entre sí, el idealista Gapo y el duro Juan Escopeta, aprenderán a trabajar juntos en el viaje y formaran una inusual amistad. Todo enmarcado dentro del género del Western. Quizás no es la trama más original, pero un elemento interesante es el hecho de que Estrada construye su historia alrededor de varios momentos históricos importantes de la Revolución Mexicana, pues los dos viajeros se ven envueltos en algunos de sus principales conflictos, como la Batalla de Zacatecas. Aunque no sin problemas, Estrada logra desarrollar convincentemente sus personajes, quienes a través de su épica aventura también enfrentan sus muy personales dramas. Gapo, ansioso de seguir los pasos de su hermano, enfrenta la realidad de la guerra que sigue cobrando vidas; mientras que Juan medita sobre su vida como mercenario y comienza a redescubrir su humanidad en su amistad con Gapo, quien comienza a verlo como figura paterna.

La narrativa visual del director Jorge A. Estrada es tradicional pero efectiva, desarrollando su historia con un ritmo muy adecuado, balanceando la mezcla de comedia, drama y aventura que forman el centro de la trama; y todo sin traicionar sus raíces de Western, las cuales se sienten constantemente no sólo en su dieño visual, sino en la forma en que aborda temás más adultos, después de todo, "La Revolución de Juan Escopeta" se desarrolla en medio de una sangrienta guerra civil. De hecho, aunque es un filme animado con miras a un público más joven, "La Revolución de Juan Escopeta" no se detiene al mostrar temas serios, con Gapo descubriendo que la realidad de la guerra es muy diferente a sus juegos con sus amigos. Desafortunadamente, aunque Estrada muestra habilidad como narrador, el trabajo de animación es en el mejor de los casos muy mediocre, y terriblemente malo en el peor. Es una cinta en clásica animación 2D con algunos elementos por computadora, pero aunque el diseño de personajes es bueno, la calidad de la animación es pobre en casi todos los aspectos.

Afortunadamente, la calidad del trabajo actoral es en general muy efectivo. Como el joven Gapo, Ulises Nieto es bueno en su papel de joven muchacho a punto de descubrir el mundo. Quizás algunas de sus expresiones sí suenan anacrónicas, aunque esto es más una falla del guión que de su actuación. Sin embargo, es Joaquín Cosío quien se roba el filme como el taciturno pistolero Juan Escopeta. En un personaje más basado en actitud que en otra cosa, Cosío logra darle una personalidad bien definidia al cansado pistolero. Bruno Bichir es Cuervo, el misterioso pistolero que anda tras Escopeta, y aunque su trabajo no es malo, en ocasiones suena un tanto sobreactuado. Julieta Egurrola tiene un pequeño pero importante papel como una monja solitaria protegiendo una iglesia abandonada, brindando un trabajo muy bueno. El resto del elenco es efectivo, aunque menos impresionante. Quizás el punto débil del elenco principal es Dolores Heredia, quien da un trabajo bastante pobre como la mamá de Gapo.

"La Revolución de Juan Escopeta" tiene muchos elementos admirables a su favor, comenzando con un verdaderamente inspirado guión que realmente desarrolla sus personajes y su historia sin limitarse a hacerlos lucir bien o a ser graciosos. Claro, tiene algunos momentos de tedio, y en ocasiones se siente un poco episódica, pero en general, "La Revolución de Juan Escopeta" es una muy enretenida historia de amistad y lealtad. De hecho, es tan buena la historia que es realmente una tragedia cuan terriblemente mala es la calidad de la animación. Desarrollada por Animex (Creadores de "La Leyenda de la Nahuala"), el trabajo de animación 2D es desastroso y nunca alcanza el nivel que el guión merecía. Y no es tanto un problema de dirección por parte de Estrada, pues en términos de narrativa el filme fluye muy bien, con los ángulos adecuados para contar su historia. El problema es la ejecución de la animación, que pareciera haber sido hecha de manera barata para ahorrar dinero. Al punto que hace que uno se pregunte cuan superior sería el filme si fuera una cinta con actores en vez de una animada.

Los largometrajes de animación son escasos en la industria Mexicana, son una técnica que nunca ha sido completamente explorada, ni siquiera en los años de la llamada "Edad de Oro". En tiempos recientes, esto ha cambiado y poco a poco más estudios Mexicanos intentan realizar filmes animados. Desafortunadamente, el verdadero clásico de animación Mexicano aún no ha sido producido. "La Revolución de Juan Escopeta" pudo haber sido este filme, pero aunque tiene un buen guión, carece de calidad en todo lo demás. Es triste pues muchas veces es precisamente el guión donde muchos filmes tienen su talón de Aquiles. Al final, si uno logra ignorar la mala calidad de su animación, encontrará que "La Revolución de Juan Escopeta" es verdaderamente un historia cautivanete y muy entretenida.

6/10

5 de marzo de 2012

Oni (1972)

El Bunraku, una forma tradicional de teatro de títeres del Japón, cautivo desde temprana edad la mente de Kihachiro Kawamoto, quien decidió dedicarse al fino arte de la creación de títeres. Sin embargo, esa no sería la única cosa que llegaría a fascinar al joven artista Japonés. Años después, Kawamoto descubriría el trabajo del legendario cineasta Checo Jirí Trnka, cuyas animaciones en stop-motion (cuadro po rcuadro) impresionaron tanto a Kawamoto que el titiritero decidio aprender el oficio del cine. Kawamoto comenzó a trabajar con otra leyenda de la animación, Tadahito Mochinaga, y después logró viajar a Praga y conocer a su héroe, Jirí Trnka, con el fin de mejorar su arte. Trnka le sugeriría a Kawamoto que encontrara la inspiración en su cultura, y fue así que combinando lo aprendido del maestro Checo con su bagaje en el teatro Bunraku, Kawamoto produciría varios cortometrajes en los que mostraría la cultura Japonesa al mundo. "Oni", realizado en 1972, es el tercero de estas producciones independientes que le ganarían a Kawamoto un lugar en la historia de la animación.

"Oni", que puede ser traducido como "Diablo" o "Demonio" (nombre con el cual el filme es mejor conocido) es la historia de dos hermanos que viven en las montañas junto a su anciana madre. Los hermanos son cazadores, y su madre se encuentra ya muy vieja y frágil debido a su edad. Una noche los dos cazadores deciden ir al bosque a cazar ciervos. Los hermanos preparan trampas para su presa, la cual pretenden atrapara y luego dar muerte con sus flechas. Mientras el hermano menor está preparando una trampa junto a un árbol, una pálida mano de ultratumba viene de arriba y atrapa al cazador por los cabellos, levantándolo hacia la copa del árbol. En pánico, el cazador pide ayuda, y su hermano mayor llega listo con sus armas para disparar. El tiro es difícil pero el cazador logra salvar a su hermano, pues la flecha amputa el brazo que lo estaba sosteniendo. Los hermanos revisan el brazo cercenado y descubren que es el brazo de un demonio. Se lo llevan de vuelta a caza, y cuando llegan, los hermanos hacen un terrible descubrimiento, al encontrar a su madre herida, con su brazo amputado.

Como muchos de estos primeros cortometrajes, la historia de "Oni" fue escrita por el director Kihachiro Kawamoto, tomando inspiración del antiguo folclor Japonés. En "Oni" Kawamoto presenta una fábula que explora dos conceptos principales: el miedo y respeto a los espíritus de los bosques; y más importante, el miedo a la edad avanzada. En el "Oni" de Kawamoto, cuando la edad es demasiado para un anciano, éste se convierte en un demonio dispuesto a comerse a sus hijos. El demonio de "Oni", originalmente una frágil mujer debilitada por la ancianidad, se convierte en un monstruo para devorar a sus hijos. Sin embargo, aunque Kawamoto podría haber hecho de su historia un completo filme de horror, realmente "Oni" es una tragedia. Cuando el horror ocurre, lo que deja es una ominosa sensación de tristeza. La transformación de la mujer no es sólo horror, sino tragedia. No es algo que ella misma desee, sino algo que la posee y la deshumaniza. Esta deshumanización de los ancianos con la decrepitud es tal vez una alegoría de la degenración mental que la senilidad trae.

En "Oni", Kawamoto muestra su arte en su mejor punto, demostrando no sólo sus raíces en el teatro Bunraku, sino también la enorme influencia que el teatro Noh tradicional tuvo en su formación. "Oni" funciona como una obra Noh, aunque ciertamente el cine de Kawamoto es todo menos teatral. El trabajo de cámara es altamente dinámico, y al jugar creativamente con la luz y la sombra (trabajo de fotografía de Minoru Tamura y Ken Yoshioka), Kawamoto le da a su historia una atmósfera surreal que le cae como anillo al dedo al estilo narrativo de la historia, que trabaja como una fábula. En "Oni", Kawamoto crea uno de sus títeres más impresionantes en la figura del mismo Oni, que está basada en las representaciones tradicionales de los demonios. La estilizada cara demoníaca luce impresionante al se capturada por la cámara de Tamura y Yoshioka. El filme es mudo, con la historia siendo contada por intertítulos. Sin embargo, estos no son los intertítulos clásicos del cine silente, sino textos dinámicos que se mueven y aparecen siguiendo el diseño visual del filme, fluyendo con su ritmo.

Visualmente sobrecogedor, y lleno de una gran belleza, "Oni" de Kihachiro Kawamoto es una poderosa fábula que muestra perfectamente el arte del legendario titiritero Japonés. Con su fotografía surreal y su brillante música (composiciones en el estilo tradicional por Seiji Tsuruzawa), "Oni" es como observar las tradicionales formas artísticas Japonesas cobrar vida através de la magia del cine. Melancólica y etérea, "Oni" es más que un filme de horror sobrenatural, es un devastador drama que en sus apenas 8 minutos de duración presenta la tragedia de perderse uno mismo en la decrepitud de la edad avanzada. Después de "Oni", Kawamoto continuaría realizando cortometrajes en el mismo estilo, en el que abordaría temas clásicos del folclor Japonés, creando varias obras maestras de la animación cuadro por cuadro.

8/10
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Der Student Von Prag (1926)

Ciertamente uno de los movimientos artísticos más importantes del siglo veinte fue el Expresionismo Alemán, especialmente para el cine, pues en la nasciente industria fílmica Alemana dejo un impacto muy profundo. Con su estilizada dirección de arte y altamente atmosférica fotografía, el Expresionismo Alemán revolucionó el cine en múltiples maneras, gracias al trabajo de gente muy talentosa como Fritz Lang, F.W. Murnau, Karl Freund y Hermann Warmand. Justo en el centro del movimiento se encontraba el actor y director Henrik Galeen, quien tras haber co-dirigido (junto a Paul Wegener) uno de los primeros clásicos del movimiento ("Der Golem" en 1915), dedicó gran parte de su carrera a escribir guiones para muchas de las más grandes glorias del Expresionismo ("Nosferatu, Eine Symphonie Des Grauens" de Murnau por citar un ejemplo). En 1926, Galeen regresó a la silla del director, reclutando a muchos nombres famosos (Günther Krampf y el ya mencionado Warmand, entre otros) para hacer un remake de la primera cinta de Paul Wegener: "Der Student Von Prag" (1913).

En "Der Student Von Prag" ("El Estudiante de Praga"), Conrad Veidt interpreta a Balduin, un joven estudiante en constantes problemas económicos (que él piensa son un obstáculo para sus grandes ambiciones), pero que se ha hecho de la reputación de ser el mejor espadachín de todo Praga. Un día el se encuentra a un hombre extraño que se hace llamar Scapinelli (Werner Krauss), quien llega a descubrir las altas ambiciones de Balduin. Pero Scapinelli no es un hombre normal, así que mientras Balduin y otros estudiantes pasan el tiempo en el campo, Scapinelli usa sus poderes para hacer que la Condesa MArgit (Agnes Esterhazy) pierda el control de su caballo. Balduin nota el grave peligro y logra salvar a la Condesa, enamorándose de ella al verla. Desafortunadamente, ella se casará con su primo, el Baron Waldis-Schwarzenberg (Ferdinand Von Alten), por lo que Balduin no tiene realmente oportunidad. En este momento Scapinelli reaparece, prometiéndole a Balduin recursos infinitos y el corazón de la Condesa. Pero todo tiene un precio.

El filme original, escrito por Hanns Heinz Ewers, era una version en clave de horror del cuento de Edgar Allan Poe "William Wilson", con la adición de un cierto toque Faustiano. Adaptado por el mismo director Galeen, este remake sigue fielmente la trama original, pero agregando mucho más desarrollo a los personajes, algo que carecía la original (la tecnología y el presupuesto no estaban del lado de los creadores de la version original) y esto es realmente una mejora sobre la misma. Esta adición hace la historia mucho más envolvente, pues Galeen se da tiempo de explorar no sólo las horribles consecuencias del pacto entre Balduin y Scapinelli (que involucra la pérdida de su reflejo en el espejo), sino también su decadencia personal y la paradójica soledad del hombre rico, y como el cambio de su fortuna no brinda a Balduin la felicidad que tanto esperaba, y al contrario, comienza a transformar al ambicioso espadachín. Ciertamente, Galeen adopta un tono moralista un tanto cliché, pero a la vez con una elegancia similar a la del horror Gótico.

Uno de los más admirables elementos de esta versión de "Der Student Von Prag" es la fotografía de Günther Krampf (y de un Erich Nitzschmann sin crédito), la cual posee una inquietante belleza que le va perfectamente al tono melancólico y trágico que tiene la historia. El director Galeen da un gran uso al trabajo del fotógrafo, creando un filme dinámico que se mueve lejos de la usual teatralidad del cine silente gracias a su excelente trbajao de cámara y al ritmo fluido en que la trama se desenvuelve. Aunque menos estilizada (y bastante más naturalista) que los más representativos filmes del Expresionismo Alemán, la cinta de Galeen aún sigue muchas de las convenciones típicas del movimiento, y de hecho las emplea para representar los cambios en la vida de Balduin: las cálidas aunque melancólicas escenas del campo para la vida previa de Balduin, en contraste con los fríos y opresivos diseños de la mansión que construye cuando ya es rico. A pesar de ser menos impresionante visualmente que otros filmes Alemanes de su época, Galeen y Krampf le dan a su película un estilo muy propio.

Quizás el elemento más interesante de "Der Student Von Prag" es volver a ver juntos a las dos estrellas principales de "Das Cabinet Des Dr. Caligari" (1920): Conrad Veidt y Werner Krauss. Veidt es definitivamente lo mejor del filme, pues su interpretación como el taciturno Balduin es excelente y un ejemplo de un buen labor de casting. Verdaderamente Veidt transmite la melancolía y la amargura del joven espadachín cegado por la ambición, y en un par de escenas muestra una buena habilidad con la espada (aunque es cierto que es apoyado por la edición). Como el misterioso Scapinelli, Werner Krauss es bastante efectivo, aunque quizás un poco teatral. Sin embargo, esto no es un defecto, pues Krauss se apoya principalmente en su poderosa presencia escénica para representar al maléfico hechicero. La actriz Rumana Elizza La Porta es una agradable sorpresa (en su primer filme), pues su interpretación es bastante fresca y agrega un toque ligero al oscuro melodrama. Agnes Esterhazy no estan afortunada, aunque tampoco es mala, solamente algo mediocre.

Dado que la version original de "Der Student Von Prag" es de una gran importancia histórica al ser no sólo un prototipo del Expresionismo Alemán, sino además uno de los primeros filmes Alemanes de horror y el debut de Paul wegener como director; ha terminado por opacar a su mucho mejor realizado remake, lo cual es un tanto injusto pues es esta versión la mejor de las dos. Como se mencionó anteriormente, es la fotografía del filme lo que la diferencía del resto, pues en múltiples escenas se demuestra que Galeen y su equipo contaban con un gran entendimiento de las posibilidades narrativas del cine. Una de estas escenas es cuando Scapinelli utiliza sus poderes para volver locos a los caballos de la Condesa, pues conjuntando la fotografía de Krampf y el trabajo de edición para aumentar la presencia de la interpretación de Krayss, Galeen crea un momento poético y macabro al mismo tiempo, de gran suspenso y una belleza extraña, la cual fascina y horroriza a la vez.

Opacada por el valor histórico de su predecesora, y por el hecho de que la fantástica versión de Murnau de Fausto, "Faust - Eine Deutsche Volkssage" fue realziada el mismo año, la versión de Henrik Galeen de "Der Student Von Prag" es definitivamente una gema olvidada del cine silente Alemán que merece recibir más atención como otro de esos altamente influyentes filmes que hicieron camino para el horror moderno de la era del sonido. Probablemente no sea la película más representativa del Expresionismo Alemán, pero su elenco y su equipo la vuelven material esencial para cualquier interesado en este período de la historia del cine. Aunque quizás no sea la obra maestra que pudo haber sido, la belleza sobrenatural de "Der Student Von Prag" es imposible de olvidar.

8/10
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