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10 de febrero de 2012

La última muerte (2011)

Durante las primeras décadas del siglo 21, ha habido un cierto renacimiento del cine de género de la industria fílmica Mexicana, la cual desde la década de los 80s parecía haberlos relegado al mercado del video. Claro, ocasionalmente alguna cinta de horror lograba llegar a la pantalla grande ("Cronos" de Del Toro por ejemplo), pero en general, el Nuevo Cine Mexicano de los 90s consistió casi exclusivamente de dramas sociales o comedias negras. A pesar de esto, nuevas películas Mexicanas de género comenzaron un lento pero constante regreso a los cines, desde el horror ("KM 31: Kilómetro 31" del 2006) a la fantasía ("Ángel caído", 2010), demostrando que hay una nueva generación de cineastas decididos a intentar cosas nuevas en el cine Mexicano. La ciencia ficción, género que produjo algunas de las más extrañas películas Mexicanas de los años 60s, regresó en el año 2009 con "2033" de Francisco Laresgoiti, a la cual le seguió "Seres: Génesis" de Ángel Mario Huerta y ahora "La última muerte" de David Ruiz. Desfortunadamente, los resultados no han sido tan buenos.

"La última muerte" se ubica en el futuro cercano, y comienza en un bosque, donde una tormenta esta apunto de comenzar. el Dr. Jaime Alexanderson (Álvaro Guerrero) está empacando cosas en su cabaña, pues se encuentra divorciándose de su esposa Sofía (Claudette Maillé). Al salir de la cabaña, Alexanderson se encuentra a un joven (Kuno Becker) tirado inconsciente cerca de la cabaña. Alexanderson decide ayudarle y llevarlo a casa. Cuando despierta, el joven es incapaz de recordar algo, incluso su nombre, todo lo que recuerda es el nombre de "Mónica". También tiene un gran dolor físico, por lo que Alexanderson decide llevarlo a un hospital donde su amigo el Dr. Helmut (Carlos Kaspar) lo revisará. Ellos descubren dos cosas importantes: la primera es que se encuentra seriamente enfermo y la segunda que no existe en el Banco Mundial de Información Personal. Alexanderson descubrirá que aunque se supone que el jovem no existe, todos estan tras él, y pronto se encontrarán huyendo de las autoridades mientras tratan de descubrir su identidad.

El director David Ruiz es la mente detrás del guión (en colaboración con Alexis Fridman, Gaël Geneau, Fernando Rovzar y Patricio Saiz), y hace de "La última muerte" un thriller futurista donde Alexanderson, movido por su deseo de ayudar, deja su vida tranquila determinado a encontrar quien realmente es el joven. A diferencia de lo que el poster pudiera indicar, es realmente el Dr. Alexanderson quien lleva la historia, pues el hombre desconocido es más bien un elemento, un MacGuffin; y esto es bastante interesante, pues tener a un hombre maduro como protagonista de la cinta no es algo común hoy en día. Esta rara elección de héroe le permite a Ruiz explorar diferentes temas, pues las ganas de Alenxanderson por ayudar al joven estan relacionadas a un deseo de finamente hacer algo bien en su vida, algo que de balance a sus errores (como su fallido matrimonio). Para Alexanderson, ayudar a este hombre se vuelve un propósito, una forma de lograr algo. Desafortunadamente, el guión de Ruiz no logra explotar este elemento pues su problemática trama está pobremente desarrollada, con múltiples huecos e inconsistencias.

Sin embargo, si como escritor Ruiz muestra muchas carencias, es como director que su talento verdaderamente brilla, pues la narrativa de "La última muerte" es bastante ágil y atractiva. Como experimentado director de videos msicales, Ruiz prueba ser un cineasta con recursos y un estilo claro y definido, así como un buen ojo para lo visual. La visión de Ruiz del futuro es notoriamente aterrizada en el realismo, los avances tecnológicos de su futuro son más bien sutiles y utilatarios, más cercanos al mundo de "Gattaca" que al de "I, Robot" por ejemplo. A través de la cámara del fotógrafo Juan José Saravia, el director David Ruiz le da a su cinta un estilo naturalista, evitando tanto como le es posible la necesidad de complejos efectos especiales (aunque sí hay un par de escenas de innecesario abuso de efectos) y apuntando a una creíble y tenebrosamente probable idea del futuro. Tristemente, a pesar de su gran habilidad técnica, Ruiz no logra salvar el filme de su problemático guión, y el resultado es una mala historia muy bien narrada.

La actuación es de calidad dispar, con algunos trabajos muy buenos y otros verdaderamente mediocres. Álvaro Guerrero, que interpreta al Dr. Jaime Alexanderson es bastante bueno en su papel en general, muy convinvence como un hombre de ciencia decidido a resolver el rompecabezas que encontró en su cabaña. Guerrero le agrega un cierto grado de seriedad a su rol que es muy adecuado, y su transformanción de callado hombre de ciencia a partícipe clave en la conspiración es bastante natural y creíble. Como el desconocido, Kuno Becker tiene momentos sólidos como el confundido y enfermo hombre que se encuentra en el centro de todo. Desafortunadamente, su rol es muy limitado por el guión, y el resultado es dispar. El resto del elenco es mediocre, y particularmente pobres son los trabajos de Alexandra de la Mora y Carlos Kaspar, quienes interpretan a los amigos del Dr. Alexanderson. Quizás se salve Carlos Bracho, quien aparece en un pequeño pero importantísimo rol como el millonario empresario Wilkins.

Con su estilizado diseño visual y excelente trabajo de cámara, "La última muerte" es una película muy bien realizada en términos puramente técnicos. Sin embargo, sufre de grandes problemas en su guión, problemas que el director David Ruiz es incapaz de evitar. Para empezar, es difícil de entender las motivaciones que inician la trama. Ciertamente, se insinua que los problemas maritales del Dr. Alexanderson viene de una culpa en su pasado, pero es un elemento que se olvida pronto y se deja innecesariamente ambiguo. Otra cosa es que la historia va creando una cierta dinámica entre los personajes, para finalmente contradecirse en el último acto. Es claro que esto es un intento de darle un gran giro a la trama, pero en realidad se sience muy forzado y poco verosimil. Una cosa más es la inclusión de personajes que de pronto se vuelven irrelevantes (el de Manolo Cardona por ejemplo, donde se desperdicia su gran actuación). Tristemente, se vuelve obvio que el guión pudo haberse beneficiado del mismo cuidad que se le dió al look visual.

"La última muerte" de David Ruiz, aunque mostrando excelentes valores de producción y una gran calidad técnica (sin mencionar el promisorio talento de su director), sufre de tener un pobremente desarrollado guión que deja más preguntas que respuestas, y no en el buen sentido. Aunque la premisa es muy interesante, la falta de consistencia y los huecos en la trama irremediablemente dañan el producto final, que termina como una película poco satisfactoria que no levanta. A pesar de esto, en una industria que había olvidado a la ciencia ficción por décadas, es muy refrescante ver cine como "La última muerte". La película de David Ruiz muestra que sí hay talento para hacer buena ciencia ficción. Sólamente hace falta una historia bien desarrollada.

5/10
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